Aqué juega el principal sindicato de pilotos de España? El pasado lunes, el Sepla montaba una rueda de prensa a bombo y platillo para convertirse en el adalid de sus compañeros de Air Madrid. Explicaba que muchos de ellos están afiliados, pero que no se atrevían a contarlo por miedo a las represalias de la aerolínea.¿Y dónde ha estado todo este tiempo el Sepla? Nadie los ha visto cuando los pilotos han vivido revisiones maratonianas de los inspectores de Aviación Civil. Tampoco han tenido la ayuda de sus amigos sindicalistas cuando, como dice el Sepla, se producían falsificaciones en los certificados de mantenimiento. Ahora aparecen en escena, cuando está todo perdido y cada uno se busca como puede su salida, para apuntarse el tanto del traslado de los más de cien mil pasajeros que se han quedado en tierra después de que la dirección de Air Madrid haya decidido dejarlos tirados.Las malas lenguas hablan de que lo del lunes fue un lavado de imagen del sindicato en toda regla, tras el pulso que protagonizó con el Ministerio de Fomento en la huelga de pilotos de Iberia. Echaban una mano al equipo de Magdalena Álvarez, algo insólito hasta el momento, y vertían más basura sobre el cubo ya repleto de Air Madrid.En cierta manera, se lo debían a Fomento, porque con la que armaron en Iberia volvieron a irse de rositas. Y, lo que es peor, incitaron a otros compañeros de la empresa a hacer algo parecido en el aeropuerto de El Prat. Pero había una pequeña diferencia: no eran pilotos. Eran simples trabajadores de tierra que van a acabar pagando su invasión de la pista en plenas vacaciones.Cuesta ver, y sobre todo creer, a un portavoz del Sepla hablando maravillas de la escrupulosa vigilancia del mantenimiento de los aviones cuando a micrófono cerrado despotrican de Aviación Civil y de la prepotencia de los inspectores que les tocan en suerte. Lo dicho, ver para creer.