R ecientemente, con ocasión de la Declaración del Estado de Alarma, hemos oído a nuestro presidente del Gobierno anunciar que se iban a dar ayudas a las pymes para la compra de ordenadores y así permitir la realización de teletrabajo.Pues bien, siento decepcionarles, porque la inmensa mayoría de las pymes españolas, ya tenemos ordenadores que venimos utilizando desde hace muchos años. Sin embargo, para poder teletrabajar se necesita algo más que un ordenador y una conexión telemática, que en muchos casos no va a existir o no dispone de capacidad suficiente.Para poder teletrabajar, hay que estar preparado para ello, y esto no se improvisa en unos días.Para poder teletrabajar, la pyme tiene que haber iniciado un proyecto de transformación digital y disponer de herramientas de gestión (ERP, CRM, etc.), que estén a pleno funcionamiento y permitan que los procesos de la compañía estén -la mayoría de ellos- ya digitalizados.Para poder teletrabajar, se necesitan redes de banda ancha con un despliegue capaz de llegar a los hogares de los trabajadores y a las sedes de las empresas. En este sentido, quiero recordar que aún existen muchos polígonos industriales en nuestra geografía con una conectividad claramente insuficiente.Para poder teletrabajar, se necesitan procedimientos y herramientas de ciberseguridad, si no se quiere incurrir en un grave riesgo y si no se quieren dejar los datos sensibles de la empresa a merced de ataques o sabotajes. Esta, sigue siendo una asignatura pendiente de afrontar en muchísimas pymes españolas. Se puede pensar que la solución es subir los datos y los procesos a la nube pero, para ello, se tiene que disponer de medios y mecanismos para realizarlo, y una gran parte de nuestras pymes no están en condiciones de lograrlo.No sabemos quién les asesora, pero demuestran un profundo alejamiento del mundo de la pyme y, a su vez, en el campo tecnológico.Desde Cepyme, llevamos ya mucho tiempo pidiendo programas de apoyo desde el Gobierno para impulsar la transformación digital de la pyme española (se estima que apenas el 7% la han iniciado).Nos va en ello la supervivencia, ya que para poder competir en un mundo cada vez más globalizado, es fundamental la digitalización como una prioridad inaplazable.¿Cuál es el primer paso?: La formación de los empresarios y sus trabajadores, que empieza por la concienciación de que tienen un problema (muchos no son conscientes de ello), y que tienen que entenderlo y saber cómo afrontarlo.La formación continua juega aquí un papel fundamental e imprescindible y, en este sentido, quiero señalar que nos produce una honda preocupación el que, recientemente y sin consultarnos, se hayan desviado los fondos para la formación en las empresas -2.000 millones de euros que pagamos anualmente, junto a los trabajadores- al saco general de ingresos de la Seguridad Social.¿Qué significa esto?: Pues que nos tememos que estos fondos finalistas (por Ley, solo se pueden utilizar en los fines para los que son recaudados), se destinen para paliar el déficit de la Seguridad Social y se deje de invertir nuestro dinero en la formación, que tanto necesitamos.Este es un problema grave, que se añade a los que ya tenemos, y que nos va a dificultar ponernos al día y recuperarnos de la situación excepcionalmente grave que estamos afrontando.Por último, me gustaría darles un consejo con todo el interés y buena voluntad que las actuales circunstancias nos exigen: antes de tomar una decisión, pregunten a los que saben; es preferible esperar un poco, antes de equivocarse y ahondar en el error. No improvisen, ni den la sensación de actuar sin coordinación. Mediten las cosas. Seguramente, se van a equivocar menos, porque el daño -y hay otros muchos ejemplos que lo corroboran-, puede ser gravísimo.Desde Cepyme les queremos brindar nuestra ayuda y apoyo en todo lo que precisen, en las actuales y trágicas circunstancias que estamos viviendo. Atentamente.