La banca española moviliza ya 240.000 millones en crédito para empresas y particulares afectados por la crisis del coronavirus. En esa cuantía no se incluyen los 100.000 millones en avales públicos que el Gobierno anunció en marzo. Es más, los bancos fueron mucho más rápidos que el ICO, pues pusieron en marcha sus recursos apenas decretado el estado de alarma, asumiendo al completo el riesgo de impago. Por su parte, las ayudas del Instituto de Crédito no empiezan a liberarse hasta esta semana. La situación del sector financiero dista de ser óptima, por sus problemas de rentabilidad y sus altas exigencias de provisiones. Sin embargo, ha sabido dar ejemplo de eficiencia ante una situación en la que es vital asegurar la cadena de liquidez.