Los principales bancos españoles elevan un 15% su inversión en 2019 para acelerar el proceso de digitalización de las entidades. El sector demuestra que se ha tomado muy en serio no solo la necesidad de ahorrar costes y adaptarse a los nuevos hábitos de los clientes. Más importante incluso resulta la necesidad de responder al desembarco de las grandes tecnológicas en las operaciones financieras. La magnitud de las cifras movilizadas revela el alto nivel de exigencia de este reto. Solo BBVA invirtió más de 2.000 millones, una cuantía a la altura de los cuatro grandes bancos de EEUU. Las firmas pequeñas, y de escasa internacionalización, lo tendrán mucho más difícil, a no ser que ganen tamaño mediante fusiones, para hacer frente al nuevo mercado.