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Bután: "Se paga una tasa de 200 dólares al día"

    Albert Fernández Romagosa y su novia posando delante de una pagoda budista.


    Entrevista a Albert Fernández Romagosa, director general de Torres China.

    P: ¿Por qué ese destino?

    R: Siento gran curiosidad por los lugares remotos. Bután se abrió hace apenas unos años al turismo y de una forma muy restringida. Hay que pagar 200 dólares al día para respirar el aire más puro de este último reino budista en el corazón del Himalaya. El rey está empecinado en preservar al país de cualquier ataque cultural exterior: la televisión llegó en 1999; el móvil e Internet, hace dos años, y en 2005 se prohibió la venta de tabaco.

    P: ¿Cómo le fue?

    R: Muy bien, pero fue muy corto y caro. Calcula lo que costaron seis días con mi novia. Además, llegar hasta Bután también se las trae. El trayecto fue Shanghai-Bangkok-Calcuta-Paro.

    P: Algo inolvidable

    R: Paseando por los alrededores de Punakha, la capital, se asomaron dos niñas de una casa de campo a las que sacamos fotos. Qué candidez, ingenuidad y alegría. Todo en estado puro. Diría que fue la primera vez que veían a un extranjero.

    P: Recomendaciones

    R: El turismo independiente apenas existe, por lo que te toca ceñirte al itinerario de la agencia de viajes. Sin embargo, hay libertad de movimientos. Sugiero tomar un té en cualquiera de los Aman-Kora Resorts. Es un placer casi celestial, pues son establecimientos de un lujo y un enclave inigualables. La mejor cena fue en el restaurante del hotel Uma. Tomamos un menú de cocina butanesa-nepalí y con grata sorpresa descubrimos que había Gran Coronas en su lista de vinos.

    P: Un souvenir

    R: Un mandala (aunque son mucho más caros que en el Tíbet) o literatura tibetana (en China está prohibida). Pero para los curiosos en política no tiene desperdicio el libro Gross National Happiness, un compendio de 3.000 páginas de lo que en español se traduciría como La Felicidad Nacional Bruta. Recoge las políticas de un rey que se centra en la felicidad de su gente antes que nada.