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Lopez advierte que no permitirá que los trabajadores del Metro colapsen Bilbao el día de Santo Tomás
El lehendakari no comprende los motivos de la huelga de Metro Bilbao, cuando se trata de un colectivo de trabajadores con sueldos muy altos, con jornada laboral de sólo 1.592 horas y en el que en los últimos cuatro años se ha incrementado la plantilla un 11%. Advierte que tomarán medidas si no se respetan los servicios mínimos el Día de Santo Tomas, jornada en que los comercios y los agricultores podrían perder mucho dinero.
La dura intervención pública que realizó ayer el lehendakari se suma a las criticas a la huelga del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, que la tildó de humillante y conminó a la dirección de la empresa y a los trabajadores a hablar menos y poner se trabajar en la resolución del conflicto. El primer edil bilbaíno considera igualmente que la huelga en la jornada de Santo Tomás puede perjudicar gravemente al comercio y al sector agrario.
Los datos que maneja el Ejecutivo vasco es que el Día de Santo Tomás se realicen más de 350.000 desplazamientos, a los que habrá que unir los que se efectúen por la tarde con motivo del partido de Copa del Athletic.
Para el lehendakari 'es difícil encontrar un día en el calendario en el que tan pocas personas puedan hacer tanto daño y a tanta gente'. Para el lehendakari las consecuencias de la huelga 'pueden proyectarse de forma grave sobre los derechos de muchísimas personas, y esta circunstancia es la que nos obliga a intervenir'.
En base a esto, en primer término López hizo un 'último llamamiento a la cordura y a la responsabilidad' para que desconvoquen la huelga y conminó a los trabajadores que diriman sus diferencias con la dirección de la empresa 'en un arbitraje o por la vía judicial'.
Pero en el caso de que mantengan la convocatoria desde el Gobierno vasco se establecerán unos servicios mínimos elevados para garantizar 'de forma real y efectiva' el servicio de transporte 'en condiciones de plena seguridad y sin retrasos que impidan la normal actividad ese día'.
Asimismo, el lehendakari ha ordenado al Departamento de Interior 'que ponga todos los medios necesarios para evitar posibles sabotajes y amenazas en el metro' en la jornada del 21 de diciembre. Y de forma complementaria también ordena a la dirección de Metro Bilbao que si no se respetan los servicios mínimos se adopten medidas disciplinarias, así como que se efectúen 'procedimientos legales para pedir responsabilidades penales o civiles, por los perjuicios ocasionados a la ciudadanía'.
De cara a la ciudadanía, el lehendakari pide a la ciudadanía que 'reivindique y ejerza su derecho' a utilizar el transporte público 'con seguridad y comodidad'.
Colectivo privilegiado
En su comparecencia de urgencia, Patxi López indicó que es hora de situar 'a cada cosa, y a cada uno, en su sitio' y ello pasa por que los trabajadores del Metro expliquen 'de verdad, el por qué de la huelga' cuando 'las condiciones laborales y salariales de los empleados de Metro Bilbao son excepcionalmente buenas, comparadas con otros trabajadores públicos; y no digamos, con el sector privado'.
Para ilustrar esto explicó que el salario real medio de un conductor de metro con cinco años de antigüedad en el puesto es de unos 42.000 euros al año, frente a los 32.000 euros de un conductor de Euskotren y los 36.000 euros de un conductor de Bilbobus.
Por lo que se refiere a la jornada laboral anual, para un trabajador de Metro Bilbao es de 1.592 horas, 82 horas menos que las de los trabajadores del Metro de Barcelona o 156 menos que los del Metro de Sevilla. En el caso de los conductores, las horas efectivas de conducción son 1.065 anuales. Asimismo, los trabajadores del suburbano vizcaíno y sus familias tienen derecho a viajar gratis.
El lehendakari enfatizó que en Metro Bilbao lejos de reducir la plantilla, en los últimos cuatro años se ha incrementado un 11%, hasta alcanzar los 680 personas y no se han reducido ni congelado los sueldos. Al contrario los gastos de personal de esta compañía no han cesado de crecer, pasando de los 18,2 millones en 2007 hasta los 27,4 millones este año.
Dirimir quien dirige la compañía
Para el Gobierno vasco el origen de la huelga responde a la intención de los trabajadores del Metro de controlar las contrataciones del nuevo personal que ha accedido a la compañía. En función de los acuerdos laborales se estableció un incremento de personal que fue ejecutado mediante 'promoción interna, con la bolsa de trabajo, de acuerdo a los informes internos de capacidad e idoneidad de las personas contratadas, como es preceptivo en estos casos'. Al parecer, según el lehendakari, la huelga se convoca porque 'ellos querían contratar a otras personas diferentes'.
El lehendakari advirtió que el Ejecutivo no va a permitir que los trabajadores de Metro Bilbao tomen 'el control de una empresa pública financiada por usuarios y con los impuestos públicos'. Dejó claro que la responsabilidad de la gestión del Metro 'es pública' y no van a declinarla.
Críticas sindicales
La declaración institucional del lehendakari desencadenó las críticas de los sindicatos que le acusaron de ir en contra de los derechos de los trabajadores. Desde el sindicato LAB le acusan de avivar 'la llama de la criminalización' de los empleados y de mentir interesadamente sobre los sueldos y las condiciones de trabajo 'para volcar a la opinión pública contra las y los trabajadores'.