Las divisas no descuentan una ralentización global y el dólar podría rebotar
Así lo asegura el analista Jim McCormick, de Lehman Brothers. A su juicio, este mercado ha dejado de preocuparse por el famoso 'carry trade' -el tema central de 2007- para centrarse en los temas macroeconómicos: los temores a una recesión en EEUU, combinados con la fuerte desaceleración en Japón y los primeros signos de un freno a las exportaciones en Asia, dejan claro que la economía global está girando a la baja, asegura.
Al mismo tiempo, los mercados de renta fija están lanzando el mensaje de que, aunque los bancos centrales han logrado hacerse con el control de la situación en los mercados, es demasiado tarde para evitar una ralentización del crecimiento.
Sin embargo, las divisas no apuntan en la misma dirección. Así, McCormick asegura que la libra es la divisa más correlacionada históricamente con el crecimiento global, por lo que su fortaleza global se contradice con el escenario de ralentización. De ahí que Lehman pronostique una caída de su cotización en 2008. Del mismo modo, el dólar ha sido siempre la divisa más alcista en este tipo de escenarios; y su debilidad actual no lo recoge.
¿Dólar alcista con recesión?
Seguro que a muchos de ustedes les ha chocado esta última afirmación. ¿Un dólar al alza con una recesión en EEUU? Parece cosa de locos. Pero no lo es. La idea es que cuando la ralentización pase de EEUU a otras partes del mundo, serán otras divisas las que se debiliten contra el billete verde.
El mecanismo es más o menos el siguiente. La recesión se inicia en EEUU y el dólar recoge (con caídas) las expectativas de recortes de tipos; es la fase en la que nos encontramos actualmente. Posteriormente, la recesión se exporta al resto del mundo y cambian las expectativas de crecimiento global. Tras un período en que se mantiene la inercia anterior, este cambio de expectativas económicas se traslada a las perspectivas de tipos en el resto del mundo (se esperan bajadas de tipos en Europa y otras zonas). Finalmente, la presión bajista se traslada del dólar a otras divisas con el euro y la libra como candidatos al deterioro.
En conclusión, las divisas no descuentan todavía la extensión de la crisis fuera de EEUU. Cuando lo hagan, no se puede excluir que tengamos una consolidación/corrección alcista del dólar. La cuestión es cuándo ocurrirá.