El Internet de las Cosas: un repaso por sus retos y sus oportunidades
Luis Colino
El nuevo entorno de objetos conectados ofrece muchas ventajas para las compañías, pero también implica un desafío para las medidas de seguridad al existir nuevas vulnerabilidades. Consulte más información en la revista elEconomista Tecnología.
Y es que el concepto Internet of Things (IoT), acuñado hace ya 17 años por el británico Kevin Ashton para referirse a la interconexión digital de los objetos cotidianos con Internet, cobra ahora más importancia que nunca al convertirse en un potente motor de innovación de productos y servicios para las diferentes organizaciones, ya que permite disponer en tiempo real de información detallada, clave para tomar las decisiones precisas en el momento adecuado.
Este escenario supone una gran oportunidad para el mundo empresarial, favoreciendo la mejora de las relaciones entre clientes, proveedores y usuarios finales. Pero también un difícil desafío, porque a medida que avanzamos hacia entornos más inteligentes y complejos los enemigos detectan nuevos puntos débiles a los que dirigir su ataque.
Antes de nada, recordemos que el Internet de las Cosas se basa en la conexión generalizada, que ha hecho que Internet haya dejado de ser algo exclusivo aplicado al mundo de la informática y la tecnología, para tener presencia en ámbitos y objetos de cualquier tipo, incluso en aquellos en los que jamás hubiéramos imaginado.
La atención sanitaria de forma remota a pacientes a distancia, de modo que su comportamiento médico pueda permitir respuestas mucho más rápidas a situaciones de emergencia, el rastreo exhaustivo de envíos que pueden ser recuperados si se extravían a través de cadenas inteligentes de suministros, el seguimiento en tiempo real de los productos de un inventario determinado para controlar automáticamente la necesidad de abastecimiento o el control de semáforos, vías de tren... de forma instantánea ajustándose a las necesidades concretas del tráfico, son algunos ejemplos de lo que el Internet de las Cosas puede aportar al día a día de empresas e instituciones de diversa índole.
No todos se adaptan igual
No todos los sectores están adoptando el IoT al mismo ritmo. El Automóvil o el Retail son pioneros en la implementación de esta tecnología, como consecuencia del alto grado de automatización que se exige tanto en sus productos como en sus cadenas de producción. Son numerosas las demostraciones en las diferentes ferias tecnológicas con pruebas de coches conectados, conducidos o gestionados mediante control remoto, en los que tiene una clara presencia el IoT.
Por su parte, el sector agroalimentario o la industria química también sobresalen en cuanto a su implantación, pues este tipo de tecnología les permite automatizar los sistemas de seguimiento de sus productos en todas las etapas de producción, transformación y distribución para responder a las exigencias informativas impuestas por la propia regulación del sector en cuanto a trasparencia y trazabilidad se refiere. ¿Estamos realmente preparados para sacarle todo el partido al Internet de las Cosas?
La experiencia está demostrando que el IoT conlleva un aumento de nuestra productividad, así como una reducción del tiempo necesario para llevar a cabo las gestiones diarias. Además, la comunicación se vuelve más ágil, rápida y sencilla, haciendo posible la interacción con personas de cualquier punto del planeta. Con nuestra actividad generamos un flujo continuo de datos, que bien gestionado, nos dotará de mayor eficiencia.
En España, las empresas empiezan a ser cada vez más conscientes del potencial y las ventajas que puede aportar el Internet de las Cosas como la mejora de la experiencia del cliente, la reducción de gastos operativos o la optimización del uso de activos. No obstante, a la hora de capitalizar las oportunidades que abre esta tecnología, su avance continúa siendo tímido, siendo la seguridad y la privacidad de los datos una de las principales barreras en la toma de decisiones de inversión en dicha tecnología.Y es que, si bien ponemos de relieve el IoT como oportunidad, también tenemos que dejar bien claro que es un reto con peligros.
La proliferación de objetos conectados, que en cifras estimadas por Gartner se traducirá en más de 6.400 millones de dispositivos a finales de 2016, ampliará rápidamente la superficie de ataque y presentará una amenaza muy real para particulares, empresas y gobiernos.
La empresa debe prepararse
Los empresarios tienen que estar preparados y saber que el IoT representa el próximo campo de batalla a medida que avanzamos hacia entornos más inteligentes y los enemigos avanzarán en sus tácticas aprovechando las nuevas vulnerabilidades que surjan.Seguridad a través de soluciones avanzadas, clave para afrontar las amenazas del IoT.
En esta línea, desde Hewlett Packard Enterprise orientamos a las organizaciones para que protejan sus datos con nuevas herramientas y técnicas de seguridad cibernéticas centradas en la aplicación de análisis de grandes cantidades de datos y su automatización dentro del campo de amenazas.
Al contar con dispositivos conectados fuera del típico ambiente controlado de un centro de datos, los riesgos de seguridad aumentan de manera espectacular y se abren nuevas puertas para la posible entrada de hackers.Dentro de nuestra firme apuesta por la innovación, contamos con uno de los portfolios de soluciones y sistemas para IoT más completos de la industria, que incluye computación, conectividad, análisis de datos y seguridad, y se dirige a mejorar los beneficios y simplificar el IoT de los clientes.
De hecho, hemos creado una plataforma global de IoT con seguridad de extremo a extremo, que proporciona análisis de grandes volúmenes de datos, fácil de usar. Se trata de los sistemas HPE Edgeline IoT 10 y 20 destinados a la capa de acceso a la red, que permiten a las empresas agregar y analizar datos con seguridad en tiempo real y controlar dispositivos y objetos.
Disponibles en versiones móviles, versiones fijas y versiones resistentes para entornos ambientales adversos, son compatibles con un amplio espectro de aplicaciones industriales, logísticas, de transporte, de salud, de gobierno y de minoristas, y además han sido certificadas para trabajar con los servicios IoT de Microsoft Azure.
En definitiva, el IoT es una realidad que está afectando ya positivamente al progreso de nuestra sociedad, pero que también conlleva una serie de riesgos a los que tenemos que enfrentarnos con el uso de la razón y de la tecnología adecuada.