Música

Mishima celebra el fin de la crisis de los 40 en su disco "Ara i Res"



    Barcelona, 5 may (EFE).- Sincero y más claro que nunca, David Carabén celebra en el último disco de la banda que lidera, Mishima, "el fin de la crisis de los 40" y habla de "la poscrisis, eso que llaman madurez y que no es otra cosa que reconocer que las cosas no son como las habías imaginado, pero que tampoco es un drama".

    En una entrevista con Efe, el músico catalán ha desgranado el contenido de los once temas del octavo álbum de este quinteto, que lleva 18 años revistiendo con cuidadas melodías 'pop' las personales letras de Carabén.

    "Hablo de mis experiencias personales -reconoce el compositor-, pero creo que estas experiencias son instrumentos para abordar temas universales, que confío que no lleguen sólo a la gente de mi generación, sino también a otras generaciones".

    Quienes seguro que se van a sentir identificados con el espíritu del disco son sus seguidores de toda la vida, que han ido cumpliendo años con ellos y hace poco que superaron la frontera de los 40.

    Con un estilo más narrativo de lo habitual, Carabén esquiva su tendencia natural a las imágenes poéticas y a la abstracción para reunir escenas reconocibles de parejas con muchos años de relación sobre sus espaldas, primaveras engañosas y victorias obtenidas tras muchos fracasos.

    "Durante la primera mitad de la vida buscas certezas, construir tu identidad, pero llega un momento en que ya has explorado bastante y ya sabes más o menos quién eres; ese es el momento de interesarte en otras cosas y empezar a jugar con los límites de ti mismo", considera el líder de Mishima.

    Cruzada la frontera de los 40, "todos sabemos que la Luna no la vamos a conseguir, pero eso puede ser incluso liberador", añade, convencido de que el disco no transmite frustración ni nihilismo, a pesar de que el título "Ara i res" ("Ahora y nada") procede de un tema un tanto oscuro en el que dice "podriem fer moltes coses, que no son res, partint d'aquest principi tot es ara i res" ("podríamos hacer muchas cosas que no son nada, partiendo de este principio todo es ahora y nada").

    Musicalmente, "Ara i res" sigue la senda del anterior disco y busca la sencillez, la depuración formal y cierta contención, que David Carabén define como "línea clara".

    El método de trabajo es del siempre: Carabén llega con sus esbozos musicales y sus letras a la sala de ensayo, y los cuatro músicos de la banda (Marc Lloret, Dani Vega, Xavi Caparrós y Alfons Serra) aportan el tono, el ambiente y muchas capas de música, que después van quitando y simplificando hasta quedarse con el destilado que llevan a la sala de grabación.

    En esta ocasión han pasado tres años desde el anterior trabajo discográfico, "L'ànsia que cura", un tiempo un poco más largo de lo habitual, ya que desde "Ordre i aventura" Mishima ha sacado un álbum de estudio cada dos años.

    La causa no es la intensa actividad que Carabén ha desplegado en otros campos en los últimos años (es columnista deportivo, entrevistador televisivo, traductor y dueño de un bar), sino la resaca del disco "L'ànsia que cura" y el libro "La forma d'un sentit", en el que reúne letras de canciones y explica su universo creativo.

    "Después del disco y el libro quedé un poco agotado de mí mismo -ha explicado-, y he querido darme tiempo para que me pasen cosas, dejarme empapar de la vida y tener algo que explicar".

    El resultado es un álbum más irónico, explícito y desnudo, que combina los estallidos luminosos con las atmósferas oscuras y que presentarán en directo en el festival Primavera Sound de Barcelona el próximo 1 de junio.