Gorbachov, homenajeado en Londres en su 80 cumpleaños

El glamuroso acto, con alfombra roja incluida y presentado por los actores estadounidenses Kevin Spacey y Sharon Stone, puso de manifiesto el estatus de celebridad del que Gorbachov sigue gozando en Occidente, donde es ampliamente considerado como el hombre que derrumbó el telón de acero, liberando a Europa Oriental y acabando con el enfrentamiento de la Guerra Fría.

El actor ganador de un Oscar Kevin Spacey trazó una línea directa desde Gorbachov a los recientes levantamientos políticos en Oriente Próximo y el norte de África.

"Creo que se puede echar un vistazo al mundo en la actualidad y ver que aún hay gente luchando por la libertad y hay una especie de línea directa a Mijail Gorbachov", dijo Spacey a Reuters.

"Y no creo que haya obtenido el tipo de reconocimiento, o el tipo de respeto o adulación que creo que merece. Así que estoy muy feliz de que esta noche la gente vaya a rendirle tributo, a celebrar su cumpleaños", añadió.

Las actitudes en Rusia hacia el Nobel de la Paz de 1990 son más ambivalentes, y muchas personas lamentan la caída de la Unión Soviética y culpan de las dificultades económicas posteriores a Gorbachov.

"Para mí, es un hombre que no vale para nada", dijo Sergei Orlov, un abogado moscovita de 53 años, a Reuters el 2 de marzo, fecha en que Gorbachov cumplió 80.

Gorbachov, añadió, "simplemente traicionó a su gente, destruyó el mecanismo del estado y vendió a su país a cambio de nada".

Pero también tiene cierto estatus de estrella en el país, y el día de su cumpleaños se reunió con el presidente, Dmitry Medvedev. Además, hubo una exposición en su honor cerca del Kremlin dedicada al final de la URSS, y la televisión estatal se ocupó con profusión del aniversario.

Medvedev también le concedió la medalla más importante de Rusia, diciendo que era "una evaluación acorde con el enorme trabajo que usted hizo como jefe de Estado", aunque en un guiño medido a los amargos detractores de Gorbachov, indicó que ese trabajo "puede valorarse de modos diferentes".

La gala musical en Londres contó con actuaciones de Bryan Ferry y Shirley Bassey, así como con el destacado director de orquesta ruso Valery Gergiev, y las ganancias iban a destinarse a la Fundación Gorbachov y Macmillan Cancer Support.