Rolls Royce Amethyst Droptail, un capricho basado en la gema amatista

Este es el Rolls Royce Amethist Droptail, un coche hecho a mano por encargo directo de un empresario especialista de piedras preciosas, en el que el departamento de Coachbuild ha destinado dos años de trabajo. Una joya de cuatro ruedas.

Solo una semana después de la presentación del primer Droptail, La Rose Noire, Rolls Royce desvela el segundo de sus modelos Droptail, el Amethyst. Son coches hechos a mano, por encargo directo de su propietario, de los que solo se harán cuatro unidades todas ellas muy diferentes. Suponen el resultado de dos años de desarrollo y trabajo de los artesanos de la prestigiosa marca británica.

Son coches que aportan la exclusividad de Rolls Royce en su máxima expresión, puesto que cada una de estas cuatro unidades es única e inspirada en lo que su afortunado propietario busca expresar con el coche. En este caso el concepto sobre el que se centra todo el vehículo es la amatista, un tipo de cuarzo cristalizado con un característico color entre violeta y morado.

Piedras preciosas

De esta forma, este Droptail Amethyst es una auténtica expresión de arte aplicado, encargada por un mecenas cuyo negocio familiar ha pasado de ser una boutique de piedras preciosas a una corporación multinacional con intereses diversificados. Un propietario que ha viajado por todo el mundo, formado internacionalmente y global en sus inspiraciones. El cliente es un mecenas de las artes, cuya colección de joyas preciosas, automóviles y obras de arte contemporáneas se encuentran en un museo privado.

Por ello, decidió encargar a los diseñadores del departamento Coachbuild de Rolls Royce que crearan una expresión elegante de Droptail inspirada en la gema amatista. Los diseñadores han conseguido hacer una pieza de alta costura, pero referida al mundo del automóvil. Un vehículo que busca ser un símbolo duradero de pureza, claridad y resistencia, como lo es la amatista en el campo de la geología.

El acabado de pintura exterior bitono captura diferentes etapas. El color principal de la carrocería es un tono púrpura suave con un delicado matiz plateado, llamado Globe Amaranth en homenaje a la flor. Este color se ve realzado con finas motas de aluminio en polvo que reflejan la luz y crean un cautivador acabado iridiscente. Una pintura de contraste de color violeta intenso, amatista, que se utiliza en la parte superior de la carrocería del automóvil, contiene una mezcla de copos de mica rojos, azules y violetas que juntos crean un color malva único con un sutil brillo metálico. Un tono que resulta muy similar al cristal de amatista.

Fibra de carbono

El exterior está acabado con un tratamiento sutil de fibra de carbono, que se ha utilizado para construir las secciones inferiores del automóvil. La fibra de carbono está acabada con una fina capa de laca teñida con pigmento Amatista, que en la mayoría de las luces se interpreta como el color de la carrocería. Este detalle, intrincado y técnicamente exigente, queda oculto hasta que se examina de cerca, lo que habla de la pasión del cliente por la sutileza y la moderación.

Rolls-Royce Amethyst Droptail destaca por la artesanía y  los materiales, que han sido seleccionados personalmente por el cliente y su familia. La selección del material comenzó con una muestra de madera ofrecida por el cliente: una impresionante madera Calamander Light de poros abiertos, que tiene una textura compleja y largas bandas de color.

Los colores de la primera muestra de madera del cliente sirvieron de inspiración para el tratamiento del cuero del automóvil. Los especialistas en madera de Rolls Royce tuvieron el desafío de obtener material con bandas exactamente del mismo color que el cuero, lo que llevó más de seis meses de búsqueda y hubo que revisar más de 100 troncos antes de descubrir la pieza perfecta.

Duras pruebas

Para garantizar que el cliente, muy viajero, pueda disfrutar de su coche en distintas regiones del mundo, las piezas interiores de madera se probaron en las condiciones más extremas. Más de 150 muestras se sometieron 8.000 horas de pruebas, incluyendo simulación de exposición a la luz solar y de resistencia a la lluvia. También pruebas de durabilidad con temperaturas entre +80°C y -30°C.

Para completar el tratamiento interior, el cliente solicitó una adición elegante: el adorno de las esferas giratorias con raras gemas de amatista, lo mismo que las gemas en la base de la figura del Espíritu del Éxtasis. Para ello, cada piedra fue examinada por expertos dentro de la organización del cliente, antes de su aprobación final.

Se ha diseñado un techo rígido extraíble para darle al Rolls-Royce Droptail dos personalidades distintas: sin techo, este Droptail es un roadster ágil y descapotable, pero con el techo instalado, se transforma en un coupé espectacular. El techo incorpora vidrio electrocrómico que permite que la superficie cambie de color y transparencia al instante. Además, el equipo de la marca desarrolló un techo con efecto camaleónico único para su cristal electrocrómico.

Cuando se desactiva, es completamente opaco y tiene un sutil tinte púrpura, que refleja el acabado exterior Amatista del automóvil. Una vez que el vidrio se activa con solo tocar un botón, se vuelve translúcido con un tono que coincide con el color del cuero Sand Dunes utilizado en el interior. Para ello, los especialistas experimentaron con 60 iteraciones de coloración de vidrio antes de encontrar la combinación perfecta.

Vacheron Constantin

Y como guida para esta joya del automóvil basado en la gema amatista, está adornado con un reloj único encargado por el cliente a la renombrada firma de alta relojería suiza Vacheron Constantin. Hecha a mano en Ginebra, la pieza, denominada "Les Cabinotiers Armillary Tourbillon", tiene un intrincado movimiento de cuerda manual y está alojado de forma segura en un soporte especialmente diseñado. Eso permite retirarla y guardarla por separado del automóvil si se desea.

Vacheron Constantin y Rolls-Royce Motor Cars trabajaron en estrecha colaboración para garantizar que las formas, los materiales y los colores del reloj estuvieran en perfecta armonía dentro del automóvil. También las esferas de los instrumentos del coche combinan inserciones de color amatista con el acabado parcialmente cepillado y pulido de las agujas del reloj.