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"Nuestros clientes quieren una solución a medida y la mayoria de los bancos ofrecen productos estandarizados"
Andrés Pearson-González
La financiación alternativa continúa siendo poco conocida en España. Desde 2014, Crede ofrece servicios de financiación de activos a compañías que facturan más de 30 millones de euros al año. Una interesante fórmula que diversifica los riesgos y ofrece soluciones a la medida de las necesidades de muchas empresas.
¿En qué contexto nació Crede?
Crede nace tras una larga trayectoria de los socios fundadores en bancos americanos financiando equipos para empresas europeas. En 2014 vimos la oportunidad de ofrecer financiación alternativa (financiación no bancaria), algo que en el mercado americano alcanza el 80% y en España no pasa del 20%. Habíamos acumulado un conocimiento muy experto de asset finance o financiación de activos, que aquí se conoce un poco por el renting y el leasing pero va mucho más allá. Al principio fue duro, pero el tiempo nos ha dado la razón. En diez años hemos pasado de tener más de 60 bancos a sólo once; y aún se espera una concentración mayor. Esto ha reducido las posibilidades de financiación bancaria para las empresas.
¿Qué tipo de activos financian?
Financiamos fundamentalmente equipos industriales. Llevamos haciendo esto casi veinte años, desde operaciones pequeñas para financiar carretillas por 20.000 euros a otras de cientos de millones de euros para aviones y plantas hidroeléctricas, por ejemplo. En Crede trabajamos con empresas medianas, que están entre un mínimo de 30 millones de euros de facturación hasta cerca de mil millones. No solemos trabajar con multinacionales del Ibex 35 porque éstas suelen trabajar con la banca de inversión y ya tienen acceso al mercado de capitales.
¿Cómo financian esas operaciones?
Prestamos dos tipos de servicios: el de advisory o asesoramiento y el de funding o financiación. En asesoramiento lo que hacemos es poner a disposición del cliente final nuestro conocimiento experto en la financiación de activos. Son empresas que quieren conocer qué alternativas tienen a la banca para poder invertir en sus necesidades de inversión en maquinaria. Les damos una serie de opciones, y a veces una de ellas es trabajar con Crede y nuestro acceso al mercado de capitales fuera de España, para fondear la inversión requerida. Podemos proveer el capital para la inversión utilizando un producto nuestro o con uno diseñado especialmente para la operación. No imponemos nuestras soluciones, sino que buscamos una solución para el cliente. Ofrecemos un amplio acceso a capital no regulado con diversos criterios por tamaños y sectores. Las operaciones son de entre 500.000 euros y 50 millones, con plazos hasta 15 años, aunque la mayoría están en lo más tradicional, entre tres y siete.
¿Qué ventajas obtienen los clientes por acudir a esta vía de financiación?
La principal ventaja de la financiación alternativa está en diversificar las fuentes de capital. Pero la principal razón por la que las empresas acuden a nosotros es porque quieren una solución flexible y personalizada, y la mayoría de los bancos les ofrecen productos estandarizados. Tenemos dos tipos de clientes: el primero es el fabricante que necesita vender su producto y quiere que le ayudemos a ofrecer financiación a sus clientes. Es lo que hicimos, por ejemplo, para una de las 5 eléctricas del país: les ayudamos a montar un programa de financiación con tres entidades distintas para ofrecerle un valor añadido a sus clientes finales mediante la financiación de sus productos. Lo más importante para ellos era que dicha financiación no consumiese recursos propios, y que fuese bajo su marca. Luego están los clientes que no quieren agotar las líneas bancarias y necesitan diversificar para poder seguir creciendo. Quieren retrasar la inversión hasta que el proyecto esté generando caja recurrente. Y, además, adaptamos la inversión al tratamiento que quieren que tenga fiscal o contablemente.
¿El tipo de interés es mayor que el del banco?
Estamos en un entorno donde los inversores exigen una rentabilidad más alta, pero hay que tener en cuenta que el banco calcula el retorno en la globalidad de su relación con el cliente y el resto de productos que le vende. Lo que pasa es que muchos de los costes no se ven porque están metidos en distintas comisiones, y el cliente puede pensar que un producto concreto tiene un tipo de interés bajo cuando al final está pagando más. Una cosa que hacemos y que no suelen hacer muchos bancos es retrasar lo máximo posible el coste de la inversión. Por ejemplo, el cliente puede pagar el 30% de la inversión al final. De esta forma, la mensualidad a la que debe hacer frente durante la vida del contrato es menor de lo que se les pagaría a muchos de los bancos, y su proyecto tiene flujo de caja positivo desde el inicio. Esa es una ventaja sobre todo para las empresas que tienen presupuestos limitados y no pueden incluir toda la inversión en el presupuesto del año. Y ahí estamos nosotros, que encontramos la solución para sus necesidades. Una ventaja nuestra, que raramente es desarrollada por la banca en nuestro tamaño de operaciones, es que somos capaces de aceptar valores residuales reales. Eso significa que en el caso en que el cliente pueda devolver la máquina antes de pagar ese 30% del pago final, nosotros la adquirimos y buscamos a alguien que nos la compre por, al menos, ese 30%. Este es un riesgo real que asumimos y es interesante para los clientes porque le das mayor flexibilidad, no sólo en cuanto a cuotas de pago sino para volver a renovar esos equipos a futuro, puesto que sólo pagan el 70% y al llegar al final de su vida útil, pueden adquirir otro y seguir pagando lo mismo.
¿Qué retos se plantean para el futuro?
Hemos empezado 2019 financiando siete millones de euros en cuatro transacciones y queremos seguir abriendo ese camino: llevar capital no bancario a las empresas españolas. Invirtiendo en un producto bastante nicho, hemos utilizado el mercado de capitales internacional para ayudar a las empresas a cumplir sus objetivos estratégicos. Básicamente, nuestro objetivo es seguir evangelizando al mercado español sobre los beneficios de la financiación no bancaria y sobre los beneficios del asset finance en particular, para pasar de trabajar sólo con empresas vanguardistas en el uso de financiación alternativa a colaborar con un mayor número de empresas convirtiéndonos en un referente en el mercado no regulado.