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España estará en recesión todo 2009 y tendrá déficit durante más de tres años
El cada vez mayor deterioro de la economía ha obligado al Gobierno a revisar drásticamente sus previsiones y plasmar así en cifras el reconocimiento de que este año "vamos a vivir los momentos más difíciles de la crisis", en palabras del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes.
Así, según la revisión del Programa de Estabilidad 2008-2011, aprobada hoy por el Consejo de Ministros, el Producto Interior Bruto (PIB) registrará este año una caída del 1,6 por ciento, la primera en 16 años, y el empleo bajará el 3,6 por ciento, lo que supone la destrucción de 600.000 puestos de trabajo, según las previsiones del Ejecutivo.
También se espera para este año una tasa media de paro del 15,9 por ciento, aunque el Gobierno no cree que la cifra de desempleados alcance "en ningún caso" los cuatro millones, señaló Solbes.
Este año se producirá el mayor déficit del conjunto de las administraciones públicas del periodo revisado por el Gobierno, equivalente al 5,8 por ciento del PIB.
El Gobierno confía en que a finales de año se inicie la recuperación económica, con una inflexión a partir del segundo semestre que hará que se siga decreciendo, aunque menos, para empezar a registrar avances del PIB en 2010.
De esta forma, el año que viene se espera de nuevo un crecimiento del 1,2 por ciento -como el que, según el Ejecutivo, cerró 2008- y en 2011 la recuperación se habrá afianzado, con un avance del 2,6 por ciento.
Este año será de muy malas cifras también para la inversión, que descenderá el 9,3 por ciento, y para el consumo de los hogares, que caerá el 3,2 por ciento, mientras que sólo el sector exterior aportará la nota positiva al cuadro macroeconómico del país con una aportación de 1,6 puntos.
Para Solbes, datos como el del sector exterior demuestran que tras el "ajuste" que España deberá afrontar este año la economía iniciará la recuperación y comenzará a crecer "más equilibradamente", con menos déficit exterior, un menor peso de la construcción y una reducción del endeudamiento privado.
También es favorable la evolución de la productividad española, que se acelerará el 2 por ciento este año.
No obstante, en el camino a la recuperación habrá que soportar importantes déficit públicos.
Así, 2008 cerró con un saldo negativo de las cuentas de las administraciones del 3,4 por ciento del PIB, que este año se elevará al 5,8 por ciento, y que irá reduciéndose lentamente en los dos próximos ejercicios hasta el 4,8 por ciento en 2010 y el 3,9 por ciento en 2011, sin descartar, según Solbes, que se prolongue más allá de estas fechas aunque por debajo del 3 por ciento.
El déficit y el deterioro económico provocarán que la deuda pública española vuelva a aumentar y se pueda disparar hasta el 54 por ciento del PIB en 2011 desde el 47 por ciento previsto para este año.
Solbes recordó que en cualquier caso el "punto de partida es bueno" ya que en los anteriores años de bonanza la deuda pública se redujo en diez puntos.
También reconoció que las cuentas presentadas hoy harán que la Comisión Europea abra a España un procedimiento por déficit excesivo.
No obstante, Solbes espera que a España se le permita este desfase por producirse en medio de una crisis y por ser necesario para impulsar la recuperación, además de que se compromete a ir reduciéndolo en cerca de un punto cada año.
En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, Solbes confió de nuevo en que las sucesivas bajadas de tipos de interés -que en su opinión todavía tienen margen para reducirse-, la caída de la inflación, que espera que cierre el año entorno al 2 por ciento y las medidas tomadas para afrontar la crisis ayuden a las familias e impulsen la recuperación.