Bolsa, mercados y cotizaciones
El ex número dos de Economía lamenta que España no arreglara antes sus problemas
De este modo ha descrito la realidad que el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el resto de su equipo se encontró al poco de asumir sus funciones, al constatar que España estaba en la recesión más larga y profunda de las últimas décadas.
Entre 2009 y 2011 se habían perdido 2,5 millones y el paro rozaba el 23 %, el déficit público había alcanzado el 9,6 % del PIB a cierre de 2011 y la deuda crecía a un ritmo del 10 % anual, ha resumido durante su comparecencia en el Congreso.
Además, existía una "fuerte desconfianza" en los mercados y entre los socios europeos sobre la capacidad de España y la situación del sistema financiero era, en términos generales, "muy delicada", con difícil acceso al mercado y una morosidad para las cajas del 9,6 %.
Y un día después de que el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, afeara que De Guindos se presentara a la prensa internacional diciendo que la banca española necesitaba miles de millones, Latorre ha respaldado la tesis de que hacían falta 50.000 millones.
Es más, ha añadido que ese cálculo no era del ministro sino del propio diagnóstico del Banco de España, de analistas, inversores, bancos de inversión e instituciones y organismos internacionales.
Los esfuerzos para sanear los balances de las entidades de crédito que se habían realizado en los años previos habían sido insuficientes y el sistema todavía tenía unas claras necesidades de capital, ha resumido.
La advertencia del FMI en la primavera de 2012 sobre Bankia y las privatizaciones pendientes de CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia tampoco ayudaban a recuperar la confianza en la economía española.
La recuperación de la confianza en los balances de las entidades de crédito era "inaplazable", por lo que ha defendido que el Gobierno endureciera las exigencias de provisiones por el riesgo inmobiliario y acabara pidiendo un rescate financiero.
"La estrategia fue evitar la solicitud del rescate total", ha explicado, y por eso cree que no pedirlo fue una decisión acertada.
Al mismo tiempo se llevó un ejercicio de transparencia para determinar con exactitud las necesidades de capital, estimadas en 53.700 millones, y se creó el banco malo, denominado formalmente Sareb que, ha considerado, ha jugado un papel central en el saneamiento del sector y la recapitalización del sistema.
Sus principales conclusiones son que, gracias a todo esto, la economía española crece y crea empleo, pero también "los problemas hay que solucionarlos cuanto antes" y hay que evitar revertir las reformas.
En respuesta a los diputados ha asegurado que Rato dimitió como presidente de Bankia cuando constató que era "obvio" que no había encontrado soluciones alternativas para cumplir con las nuevas exigencias de provisiones y él mismo propuso como sucesor a José Ignacio Goirigolzarri, un "gurú" de las finanzas, según Latorre.
El ex secretario de Estado de Economía ha ensalzado que el banquero había sido "el protagonista del éxito de una entidad como BBVA" y contaba con un perfil idóneo para garantizar una gestión profesional en Bankia.