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Volkswagen "cancelará o aplazará" las inversiones no esenciales



    Berlín/Barcelona, 6 oct (EFE).- El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, ha anunciado hoy que el grupo tomará dolorosas medidas para hacer frente a las consecuencias financieras del escándalo de la manipulación de emisiones y que "cancelará o aplazará" las inversiones que no sean "estrictamente necesarias".

    Ante 20.000 empleados y representantes de los trabajadores de sus plantas en todo el mundo, reunidos en asamblea en la sede central de Wolfsburgo (norte de Alemania), Müller ha advertido de que la empresa debe realizar "ahorros drásticos" y ha asegurado que "hará todo lo posible" por mantener los puestos de trabajo.

    "Seré muy claro: esto va a ser doloroso", ha manifestado, tras avanzar que se reajustará el plan de eficiencia diseñado por su predecesor, Martin Winterkorn, quien dimitió por el escándalo.

    Ello implicará revisar todas las inversiones previstas y "cancelar o aplazar las que no sean estrictamente necesarias".

    El mayor fabricante de vehículos del mundo en el primer semestre de este año, con 600.000 empleados en todo el mundo, había anunciado en 2014 un plan de inversiones de 85.600 millones de euros entre 2015 y 2019 para desarrollar nuevos modelos y tecnologías más eficientes y respetuosas con el medioambiente.

    En España, el Grupo VOLKSWAGEN (VOW.XE)tiene prevista una inversión de 4.200 millones de euros hasta el 2019, de los que 3.300 millones van destinados a la planta de Seat en Martorell (Barcelona) y el resto, a la planta de Navarra.

    Müller ha señalado que todavía no se pueden prever "los inmensos daños financieros" que puede generar la manipulación de los motores diésel de once millones de vehículos y ha prometido una aclaración "rápida y sin miramientos" de lo sucedido.

    El objetivo, clave para el futuro del grupo, es recuperar la confianza de clientes e inversores, punto con el que ha coincidido con el presidente del comité de empresa del grupo, Bernd Osterloh.

    En opinión de Osterloh, es "una buena noticia" que por el momento no haya consecuencias en el empleo, aunque todavía no puede saberse si la manipulación afectará a medio o largo plazo a los puestos de trabajo.

    "Como comité de empresa vigilaremos que esta crisis, causada por un círculo de directivos, no se cargue sobre las espaldas de los trabajadores", ha afirmado.

    Tanto Müller como Osterloh han subrayado la necesidad de que los recortes en las inversiones no pongan en cuestión el futuro de Volkswagen, aunque la empresa no ha facilitado detalles de los proyectos o plantas que podrían verse afectadas.

    La noticia ha generado preocupación e intranquilidad entre los sindicatos de Seat y la Generalitat ante la posibilidad de que el grupo alemán acabe recortando o incluso cancelando las inversiones previstas en Martorell.

    "Ahora se plantean muchas dudas y aquí hay intranquilidad por el empleo", ha apuntado a Efe desde Wolfsburgo el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT).

    Los dos sindicatos mayoritarios en Seat, UGT y CCOO, han trasladado al grupo Volkswagen que las inversiones anunciadas para la compañía española "tienen la categoría de estrictamente necesarias" para garantizar la viabilidad de la marca y de los centros de trabajo.

    Además, los dirigentes sindicales han pedido a la dirección del grupo alemán, al que pertenece Seat, que "se nos clarifique a la mayor brevedad posible" la situación de la marca española y de los segmentos de sus vehículos.

    Por su parte, la Generalitat ha admitido hoy que está "preocupada" por el anuncio de Volkswagen, aunque se ha mostrado confiada en que mantendrá los 3.300 millones que preveía destinar a Seat y que también se garantizarán los puestos de trabajo.

    "No podemos esperar otra cosa que la estabilidad de la compañía no se vea alterada desde el punto de vista de los puestos de trabajo", ha afirmado la vicepresidenta del Govern, Neus Munté.

    Respecto a los pasos que se están dando desde que el escándalo saltó a los medios, el presidente de Volkswagen señaló que en breve la empresa comunicará a las autoridades soluciones técnicas para subsanar las manipulaciones y solicitará la autorización pertinente para aplicarlas.

    Según avanzó, en algunos casos será suficiente una modificación del software, pero en otros se necesitará reparar el hardware.

    "Mantendremos informados a nuestros clientes en todo momento sobre las medidas y se acordarán citas con los talleres", explicó Müller, antes de añadir: "Podemos superar esta crisis y lo lograremos".

    Según ha reconocido hasta el momento la empresa, la manipulación en motores diésel detectada por las autoridades medioambientales estadounidenses afecta a unos once millones de vehículos, ocho de los cuales obtuvieron el permiso para circular en territorio de la Unión Europea.

    El software trucado se encuentra en cinco millones de turismo y 1,8 millones de furgonetas de la marca Volkswagen; 2,1 millones de audis; 1,2 millones de skodas y 700.000 coches de Seat.

    El consejo de supervisión de Volkswagen, órgano de vigilancia existente en las grandes empresas alemanas, se volverá a reunir en Wolfsburgo mañana, cuando se cumple el plazo que dio el Gobierno alemán al consorcio para presentar un calendario y subsanar las manipulaciones.