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La capacidad de ahorro va por barrios



    elEconomista ha salido a la calle a comprobar si la gente está concienciada de ahorrar para su jubilación, y la conclusión de por qué no tienen un plan privado de pensiones tiene más que ver con el poder adquisitivo, que con una falta de reflexión. Hemos planteado las mismas preguntas en dos barrios completamente opuestos de Madrid, la conocida como la Milla de oro, en la zona de la calle Serrano, y en uno de los barrios obreros con más solera de la capital, Carabanchel.

    Preguntamos en un barrio 'rico'

    "Claro que tengo un plan, sé que lo voy a necesitar"

    La Milla de oro es una de las zonas más concurridas de Madrid, especialmente por quienes pueden permitirse comprar en las boutiques más exclusivas de la capital. Encuestamos a quienes pasean por la calle Serrano para saber si tienen un plan de pensiones, y el resultado es muy distinto al de quienes transitan por Carabanchel y Villaverde. Un 75% de los encuestados tiene plan de pensiones, frente al 25% que no.

    Una de las mayores razones para tener uno es porque lo ven necesario. Así lo piensa Julián, un hombre de unos 50 años, que asegura que "es necesario ahorrar para la jubilación". Entre otras cosas, porque cree que la pensión que cobre llegado el momento "será más baja que la actual". En eso hay mayoría aplastante: lo cree el 92,5% de los encuestados.

    Por su parte, Pedro cree firmemente que las pensiones públicas en el futuro serán más bajas, pero lo que sí tiene claro es que seguirán existiendo: "No las quitarán, porque si no, vuelve a haber guerra en Europa", justifica. La opinión de Jesús, que ronda los 56 años, es la de mucha otra gente: "Cuando yo me jubile puede que sí, porque me quedan dos telediarios, pero no creo que las pensiones se mantengan igual cuando les toque a mis hijos", sostiene. Francisco, un joven de unos 35 años, explica: "Ahora, los planes de pensiones privados son complementarios a la pensión pública. Pero en el futuro se dará la vuelta. La pensión pública será complementaria a los planes de pensiones". Por eso asegura que tiene uno, porque "sé que voy a necesitar ese ahorro en el futuro".

    También lo piensa una de las últimas personas con las que nos topamos fortuitamente en plena calle Serrano. Tras admitir que tiene un plan de pensiones, se ríe. Ante la sorpresa, confiesa que es el responsable de desarrollo de producto de La Caixa en pensiones, y por eso "estoy bastante concienciado de la necesidad de ahorrar para la jubilación".

    Por su parte, Sofía, de unos 50 años, sostiene que el principal motivo por el que tiene un plan "son las ventajas fiscales". Y defiende que en el futuro la pensión pública de un jubilado "será muy inferior a la actual". Pero, ¿por qué lo cree así? "Porque pienso", es su respuesta, "la clase política hace lo posible porque no lo hagamos", continúa. Pero no es la única ciudadana crítica en la zona. Ramón, de la misma franja de edad, asegura que tiene el plan de pensiones porque se lo colocaron con la hipoteca. Y lo cierto es que no es el único que critica que se lo han colocado. "No quiero tenerlo, me engañaron con la hipoteca", reprocha Encarna, de 57 años.

    Mónica, que sobrepasa los 50 años, afirma: "Tengo un plan de pensiones, ¡pero no pienso aportar nada más!", dice enfadada. "Es el mayor timo del mundo", concluye indignada. También lo critica Juan, de unos 55 años: "Qué desgravación! No hay desgravación real, eso es lo que nos venden, las ventajas fiscales, pero luego al final no es real".

    Preguntamos en dos barrios trabajadores

    "¿Plan de pensiones? ¡Si no llego a fin de mes!"

    Paseando por las calles de Villaverde y Carabanchel, dos barrios del sur de Madrid, las respuestas son bien distintas a las que nos dan en plena Milla de oro. En estas zonas más humildes, el 85% de los encuestados cree que, cuando se retire, cobrará una pensión inferior a la que perciben los actuales jubilados, pero sólo 20 de cada cien tienen un plan de pensiones.

    No es que su futuro no les preocupe. Celina, de 48 años y trabajadora de una gran superficie ubicada en Carabanchel, se ríe al contestarnos: "Si no llego a fin de mes, ¿cómo voy a hacer aportaciones a un fondo de pensiones?". Además, muestra su desconfianza acerca de estos productos: "Me daría miedo meter mi dinero en algo así y perderlo". La respuesta de Carmen, de 47 años, es parecida: "¡Para eso hay que tener dinero!". Nuria, venezolana que lleva 12 años en España -tiene 50-, evita pensar en ello: "Vivo el presente, no el mañana". Bastante esfuerzo hace ya, nos explica, para sacar adelante la peluquería que regenta en el barrio.

    Desconfianza también muestra José, que explica que sí se ha planteado alguna vez contratar este producto, aunque indica que "me da miedo, porque ¿quién me asegura que cuando vaya a retirar ese dinero la entidad [con la que se supone que elabora el plan de pensiones] lo tenga disponible?".

    A sus 44 años, Manuel, que ha vivido durante mucho tiempo en Carabanchel, explica que económicamente "no puede" plantearse entrar en este tipo de productos. Algo similar comenta Maite, de la misma edad y también vecina del barrio de toda la vida: "No pensamos en ello, aunque tenemos claro que no vamos a disfrutar de una jubilación como la de nuestros padres".

    Tanto Carlos, de 46 años, como César, de 35, pertenecen a ese reducido grupo que cuenta con un vehículo privado de cara a su madurez. A ambos se lo han ofrecido sus respectivas empresas y los dos reconocen que, de no haber sido así, ellos no lo habrían contratado a título personal. Por su parte, Marta, dueña de una peluquería, decidió hacerse uno "porque me preocupa no cobrar nada del Estado el día que me retire".

    Ante la cuestión de si se cobrará una pensión similar a la actual, el pesimismo gana con contundencia, y es que la mayoría de los encuestados considera que se van a bajar las pensiones. Incluso una de las frases más repetidas es "cobraremos menos, en el caso de que lleguemos a recibir una jubilación...".

    Por su parte, Ana, de 57 años, cree que sí puede llegar a cobrar lo que actualmente se está percibiendo, sin embargo considera que "el problema lo tienen los más jóvenes, que no creo que lleguen a cobrarla, porque no va a haber dinero para pagarla".

    Sin embargo, siempre existe algo de optimismo. Alberto cree que la pensión habrá aumentado en el momento de retirarse, ya que aún le quedan más de 30 años de vida laboral y considera que "si las cosas no han mejorado después de tanto tiempo, mal vamos".