Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo minimizar el riesgo de su cartera durante los meses de verano



    Repasamos los fondos monetarios más interesantes para los inversores que quieran aumentar la liquidez en su cartera en el periodo vacacional y reducir exposición a otros activos.

    De primeras se podría pensar que agosto, mes vacacional donde los haya, podría ser tan tranquilo para el inversor como lo es para el veraneante. Al fin y al cabo, la negociación de títulos bursátiles suele descender durante este mes. Sin embargo, esa caída de operaciones implica que hay menos manos operando y cualquier decisión de los pocos inversores que se mantengan en el parqué puede acarrear grandes altibajos en el precio de determinadas acciones, tanto al alza como a la baja. Es decir, si hay algo que sube sí o sí en el mes de agosto es la volatilidad y de hecho índices como el Vix o el Vdax, que repuntan ya alrededor de un 46% y un 25 %, respectivamente, desde que comenzó el verano así lo reflejan.

    No en vano, hay que tener en cuenta que las últimas crisis se han producido precisamente durante los meses de verano. Desde la crisis energética del mes de agosto de 1973, pasando por la quiebra de Lehman Brothers en la primera quincena de septiembre del ejercicio de 2008 o el máximo histórico del bono español a una década, tocado el 24 de julio de 2012. No es de extrañar por tanto que no sean pocos los inversores que se planteen un cambio de estrategia de su cartera de cara a los meses de estivales para asegurarse un verano tranquilo. ¿Hacen bien?

    Según explica Fernando Luque, editor de Morningstar, "hacer una cartera sólo para el verano es algo que choca, ya que no hay que cambiar la cartera únicamente para prevenir y por si pasa algo en verano". Una idea con la que está de acuerdo Antonio Salido, director de marketing de Fidelity: "La cartera no se cambia por un trimestre, pero si el inversor es muy conservador puede intentar aumentar su liquidez, no tanto como estrategia sino para que esté más tranquilo".

    Esto es, por ejemplo, lo que hemos hecho desde Ecotrader -herramienta de estrategias de inversión y análisis de elEconomista-, ya que coincidiendo con el repunte de la volatilidad veraniega hemos recortado hasta el 60% la exposición a bolsa de la cartera recomendada, lo que incrementa más allá del 20% el porcentaje que destinamos a la liquidez.

    Si es usted uno de esos inversores que opta por la tranquilidad, aun a riesgo de perderse algo de rentabilidad, si es que los índices consiguen revalidar su tendencia alcista y dejar atrás las recientes tensiones, quizá convenga que eche un vistazo a los fondos monetarios que pueden conseguir dar un extra de tranquilidad a su cartera

    ¿Por qué un fondo? Porque son la mejor opción fiscalmente ya que sus traspasos están exentos de tributación, por lo que en el momento en el que inversor quiera volver al mercado podrá hacerlo sin pagar ningún peaje fiscal. ¿Y por qué monetarios? Porque el objetivo de este tipo de productos es simplemente dar una mínima rentabilidad adicional a los tipos de interés, por lo que invierten en activos a muy corto plazo y con muy bajo riesgo.

    Destacan en rentabilidad

    Hay mucha oferta, pero muy pocos consiguen rentabilidades superiores al 1% en 2014, algo normal si se tiene en cuenta que los tipos de interés están en niveles del cero por ciento. En este contexto es espectacular que fondos como Fonbusa o ESAF Capital Plus, ambos con cinco estrellas Morningstar, consigan rebotar más de un 3%.

    El primero de los productos lo logra ampliando la duración de su cartera, ya que el 50% de ella está en emisiones con vencimiento de entre 3 y 5 años, lo que le permite contar con emisiones con cupones de entre el 3% y 5%. Su gran riesgo es que una de sus principales posiciones está en bonos de Banco Espirito Santo (que se ve obligado a hacer una macroampliación de capital), por lo que una quiebra del banco puede impactar muy negativamente en su rentabilidad. Precisamente, de la gestora del banco luso es el segundo fondo más rentable del año. Es el caso de ESAF Capital Plus, que presenta una cartera más conservadora, ya que además de que el 60% de ella está en deuda con vencimiento de entre 1 y 3 años, tiene sus mayores exposiciones a bonos de países periféricos.