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Regulaciones más flexibles favorecen las ventas de vino en EEUU
Alejandra Villasmil
Nueva York, 29 ago (EFECOM).- La flexibilización de ciertas leyes estatales que regulan el negocio del vino se ha traducido en un incremento en las ventas de este producto en Estados Unidos, sobre todo a través de canales directos como internet.
Las ventas de vino crecieron un cinco por ciento en 2005, hasta alcanzar un total de 2.660 millones de litros, es decir 26.000 millones de dólares en el mercado minorista, de acuerdo con un informe reciente del Instituto del Vino de EEUU.
Entre 1997 y 2005, el volumen de ventas de vino subió un 25 por ciento, a un ritmo más rápido que otras bebidas alcohólicas como la cerveza y los licores, que aumentaron un 5,2 por ciento durante el mismo período, según el diario "The Wall Street Journal".
"Los consumidores, los medios de comunicación y el Gobierno tienen la imagen del vino más positiva en años", según Robert P. Koch, presidente y consejero delegado del Instituto del Vino.
Esta "mejor imagen" del vino tiene que ver con el incipiente cuestionamiento de la arcaica cadena de comercialización del producto, en la que las bodegas venden a los distribuidores con licencia en un estado.
Esos distribuidores son quienes a su vez lo venden a las tiendas de licores con licencia en el mismo estado, con el consecuente alza de los precios para el consumidor.
El 99 por ciento de los caldos en EEUU se vende aún a través de este sistema, contra el que, no obstante, han empezado a luchar judicialmente tanto las bodegas como las tiendas.
Esa presión motivó que en mayo de 2005 el Tribunal Supremo declarara inconstitucional y discriminatoria la prohibición de comprar vino en un estado distinto al de residencia.
Tras el dictamen, ya hay 34 estados que permiten a los consumidores comprar directamente en bodegas fuera de su estado de residencia, sea a través de internet o por teléfono.
Algo ante lo que se han rebelado los distribuidores, que se aferran a la vieja legislación, que se remonta a la época posterior a la abolición en 1933 de la "Ley Seca", cuando se dieron competencias a los estados en la regulación del alcohol.
Los distribuidores argumentan que, además de impedir que los menores de edad compren alcohol por internet, esa antigua regulación garantiza la recolección de impuestos estatales.
Lo que subyace bajo ese planteamiento es, sin embargo, el temor a que las bodegas comiencen a vender directamente tanto a los consumidores como a las grandes cadenas de tiendas como Costco, Wal-Mart y Target.
De hecho, Costco -el mayor vendedor de vinos de EEUU, con ventas de 728 millones de dólares en el 2005- ya ha ganado un caso contra el rígido sistema de distribución en el estado de Washington.
Este éxito ha conducido a que algunos establecimientos de vinos más pequeños se unan legalmente para tratar de lograr el mismo resultado ante los tribunales que esa gran cadena de tiendas.
En la "cruzada" también participan grupos como La Coalición por el Libre Comercio, uno de cuyos portavoces, Jeremy Benson, acusó a los distribuidores de practicar "el proteccionismo económico".
"Temen perder competitividad en el mercado", dijo.
Este tipo de organizaciones alegan que en internet los consumidores se pueden encontrar una mayor selección de vendimias de escasa o limitada producción, a precios más bajos.
"Internet ha hecho técnicamente posible que por primera vez los consumidores tengan acceso a todo tipo de vinos. La venta directa conduce a mayores ganancias para las bodegas y a precios más bajos para el consumidor", apunta Clint Bolick, vicepresidente de otro de esos grupos, el llamado Instituto para la Justicia. EFECOM
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