Qué responsabilidad asume todo el consejo de Gowex

Cinco firmas. Cinco personas que cada seis meses, durante los últimos años, rubricaban la información financiera que Gowex publicaba periódicamente ajustándose a las exigencias del Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Cinco miembros con nombre y apellidos en el consejo de administración que, con su cargo, han asumido una responsabilidad durante este tiempo, por la que ahora podrían tener que responder incluso con su propio patrimonio.

Sobre todos los miembros del consejo de administración de la compañía recae una presunta responsabilidad civil subsidiaria, es decir, que tienen obligación de reparar los daños y pérdidas que se demuestren que han sido causados. Desde Jenaro García, como expresidente, hasta María Florencia Maté Garabito, antigua consejera y directora de relaciones con inversores; Francisco M. Martínez Marugán, consejero y director financiero; Javier Solsona Piera, consejero y director corporativo; y Ricardo Moreno Warleta, exconsejero independiente.

Este último miembro del consejo fue cesado en la junta celebrada por Gowex hace justo un año y unos días más tarde dimitía también como director económico financiero de Codere.

Ahora, Ricardo Moreno Warleta mantiene un asiento en el consejo de Clínica Baviera, donde cuenta con una participación directa del 0,221 por ciento en el capital. Pese al cese de cargo en Gowex, también figura su firma en la información financiera de años anteriores y, según el propio Jenaro García, la falsedad de las cuentas se produjo al menos durante los últimos cuatro años.

Según el informe de Gotham, Francisco Martínez Marugán, el director financiero, además, estaba vinculado a algunos de los principales clientes y proveedores de Gowex, como Panel Consulting y Line Informática Profesional.

Más allá de lo civil

Si se demuestra que alguno de estos consejeros no solo firmaba estos documentos, sino que estaban al tanto de la falsedad de los mismos, también tendrían una responsabilidad penal -aquí una de las posibles sanciones es el ingreso en prisión-. A todo esto se sumaría que si el concurso de acreedores se declara culpable, es decir, que se ha llegado a él por culpa de los administradores, el juez colocaría a nuevos administradores en su lugar y todos los miembros del consejo responderían de nuevo con todo su patrimonio ante la Justicia por esta otra causa.