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El veneno de los bonos triple A... Los expertos ven riesgo de pérdidas
La renta fija tiene poco de fija, salvo en el caso de que el inversor se quede al vencimiento, cobrando así el cupón nominal. Y ni siquiera en ese caso tendrá su rentabilidad real asegurada, ya que dependerá del desempeño de la inflación. Menos tendrá de fija si el inversor apuesta por productos que negocien con títulos de deuda en el secundario, como los fondos.
En este momento los analistas recomiendan tener especial cautela con la deuda de los países de máxima calificación, ya que las rentabilidades se han estrechado mucho y ya tienen poco potencial de seguir cayendo (subiendo en precio). Los países que conservan la triple A para las tres grandes calificadoras son diez: Alemania, Canadá, Australia, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega, Singapur, Suiza y Luxemburgo.
En 2014, la deuda soberana de máxima calificación ha roto todos los pronósticos. Los que en su día advirtieron, al inicio del año, del inminente pinchazo de lo que llamaban burbuja de la renta fija se equivocaron, ya que las rentabilidades que han dejado los bonos de los países con máxima calificación crediticia son muy atractivas.
El inicio de la retirada de estímulos en EEUU marcaba el supuesto punto de partida para el avance generalizado de los tipos de interés en los países con mejor calificación. Sin embargo, la realidad ha demostrado que los inversores han seguido buscando papel de máximas garantías, principalmente en un mundo inundado de liquidez por las expansiones de balance de bancos centrales como la Reserva Federal o el Banco de Japón.
El rendimiento medio que consiguen en el año los fondos que invierten en bonos triple A alcanza el 3,75%, según los datos de Morningstar, unas cifras más que sorprendentes si se tiene en cuenta que la renta variable consigue retornos del 1,5% en el caso del Dow Jones o del 4% en el del Dax.
Sin embargo, ¿estas rentabilidades pueden prolongarse en el corto y medio plazo? Los analistas tienen serias dudas. "La renta fija de países con máxima calificación no nos parece interesante en estos niveles", explica Tomás García-Purriños, analista de Cortal Consors.
"Los precios están muy altos, hasta que las rentabilidades no avancen es un poco complicado encontrar oportunidades", explica Sergi Pallerola, director de Estrategia Global del Grupo Andbank. "En estos momentos las rentabilidades están muy estrujadas en la renta fija de máxima calificación", explica Joan Cabrero, analista de Ágora A.F., estos títulos tienen potencial para estrecharse unos pocos puntos básicos más, pero a cambio hay que aceptar un riesgo muy elevado de que los tipos se giren al alza. "Hasta que las rentabilidades no empiecen a avanzar, es difícil encontrar oportunidades en estos niveles", remarca el experto.
Alto riesgo en Alemania
El bono alemán es el paradigma de la caída de las rentabilidades que alerta a los expertos. El rendimiento del bund a 10 años acumula un descenso del 27% desde el inicio del año y sitúa el tipo de interés en el entorno del 1,4%. Con esta corrección tan fuerte, poco más se pueden estrechar las rentabilidades reales antes de caer en terreno negativo: hay que recordar que los expertos esperan que la inflación se mantenga este año entre el 1,4% (previsión del FMI) y el 1,1 por ciento (estimación de la Comisión Europea y la OCDE).
Si la inflación esperada supera al tipo de interés nominal significa que se prevé un retorno real negativo de la inversión. Ante esta situación, los expertos esperan un avance importante de la rentabilidad del bund para los próximos meses. El consenso de mercado recogido por Bloomberg espera que el interés del bono alemán con un vencimiento a 10 años cierre el ejercicio en el 1,95%.
En agosto de 2011 en medio de la crisis del techo de la deuda en EEUU, que amenazaba con llevar al país al impago, Standard & Poor's tomó una decisión histórica: retirar su triple A. Actualmente el bono estadounidense es uno de los pocos títulos de alta calificación que ofrece una ventana de entrada por técnico. "La corrección de las últimas sesiones ofrece una oportunidad de entrada", explica Cabrero. Una operativa de corto plazo sobre el T-Note puede ofrecer retornos positivos para el inversor antes de que llegue el fin de los estímulos monetarios de la Fed y que pueda empezar la normalización de su política monetaria ultraexpansiva.
El diferencial entre el bono estadounidense y el alemán es otro motivo para esperar un mejor comportamiento de la renta fija del país norteamericano en los próximos meses. El spread entre sus bonos a 10 años se encuentra en el entorno de los 120 puntos básicos, lo que significa una distancia que no se veía desde el año 2005. La presión de esta brecha carga tanto sobre el título alemán (tira al alza de sus tipos de interés), como sobre el estadounidense, sobre el que presiona a la baja.