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Ningún país de Europa tiene un gravamen semejante al "céntimo sanitario"



    Redacción Internacional, 27 feb (EFE).- Ningún país del entorno de España en la Unión Europea tiene actualmente en su legislación una tasa igual o semejante al denominado "céntimo sanitario", sobre el que el Tribunal de Justicia de la UE determinó hoy que vulnera la legislación comunitaria.

    La sentencia del tribunal comunitario considera que la Generalitat de Cataluña y el Gobierno español no han actuado "de buena fe" al mantener el impuesto en vigor durante más de una década, pese a los reiterados avisos de la Comisión Europea (CE) sobre su ilegalidad.

    Por ello, el Tribunal cree que "no procede limitar en el tiempo los efectos de la sentencia" como habían solicitado las autoridades españolas.

    Por su parte, el Ministerio español de Hacienda señaló hoy que el "céntimo sanitario" fue derogado ya en 2012 y que desde enero de 2013 está integrado en el marco general del Impuesto de Hidrocarburos.

    En algunos países de la UE existen gravámenes sobre el carburante cuyo porcentaje se destina a distintos apartados de contenido social o medioambiental.

    En Italia, donde no hay ningún impuesto sobre el carburante destinado a la sanidad (como era el caso del "céntimo sanitario" en España), sí se pueden tipificar una serie de tasas destinadas a sufragar la reparación de desperfectos producidos por desastres naturales o de diferentes misiones militares.

    De este modo, el carburante en Italia incluye, aún hoy, un impuesto de 0,000981 euros para financiar la guerra de Etiopía (1935-1936), de 0,0051 euros para afrontar los gastos de la reparación del terremoto de L'Aquila del 2009 o de las inundaciones registradas en Florencia en 1966.

    Cada litro de gasolina en Alemania, además de con el IVA correspondiente, está gravado con los impuestos energéticos (alrededor de 65 céntimos) y con el denominado "impuesto ecológico" (15 céntimos), que en un principio estuvo dirigido a estabilizar las cajas de pensiones y que ahora acaba en el presupuesto general del estado.

    En el Reino Unido no hay nada similar al "céntimo sanitario", aunque existen dos impuestos sobre el combustible -el IVA al 20 por ciento y el impuesto sobre el combustible propiamente dicho, de 57,95 peniques por litro (70,56 céntimos de euro)-.

    Ese último impuesto va a las arcas generales del Estado británico, que lo utiliza como quiere, si bien tiene que demostrar qué porcentaje dedica cada año al mantenimiento de carreteras, señales de tráfico, conducción etc.

    En Irlanda se aplican cuatro impuestos sobre el combustible, uno de los cuales, el "impuesto sobre el carbono", podría tener similitudes con el "céntimo sanitario" ya que está destinado a reducir las emisiones de CO2 y mejorar el medio ambiente.

    En Francia los carburantes están gravados por la llamada Tasa Interior de Consumo sobre los Productos Energéticos (TICPE) cuya recaudación va en su inmensa mayoría va al presupuesto del Estado sin una afectación específica.

    En la actualidad ese impuesto de recaudación estatal supone 41,19 céntimos de euro por litro de gasóleo y 58,92 céntimos por litro de gasolina.

    Desde 2006, se dio la posibilidad a las regiones de establecer un gravamen suplementario, como parte de la TICPE, con un máximo de 2,5 céntimos por litro de carburante y con el objetivo de contribuir a la financiación de grandes proyectos de infraestructuras de transporte.

    En Austria, los impuestos sobre los hidrocarburos no incluyen ningún gravamen dedicado, explícitamente, a financiar la sanidad, situación similar a la de Portugal.

    Cada litro de gasolina en Alemania, además de con el IVA correspondiente, está gravado con los impuestos energéticos (alrededor de 65 céntimos) y con el denominado "impuesto ecológico" (15 céntimos), que en un principio estuvo dirigido a estabilizar las cajas de pensiones y que ahora acaba en el presupuesto general del Estado.