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La Justicia francesa exime a la tripulación del buque naufragado "Luno"
"No ha habido faltas de los miembros de la tripulación ni acciones contrarias al derecho marítimo", subrayó Kayanakis en una conferencia de prensa tras el interrogatorio de los once marineros por los gendarmes de la Brigada Marítima de Brest.
Kayanakis insistió en que las declaraciones de los once son coincidentes y "no dejan suponer faltas" en su actuación el pasado miércoles, cuando se produjo el naufragio en el que el buque español se partió en tres.
Los tripulantes quedaron libres sin cargos, y ahora debe comparecer el práctico del puerto, que iba a los mandos del "Luno" cuando se produjo el siniestro.
La investigación judicial se abrió el pasado día 5, para establecer eventuales responsabilidades penales.
Los delitos potenciales son los de varado de un barco por negligencia o incumplimiento de la reglamentación marítima (penado con hasta seis meses de cárcel y 15.000 euros de multa), contaminación del agua por accidente marítimo (hasta 800.000 euros de sanción) y heridas involuntarias causantes de una baja inferior a tres meses (hasta un año de prisión y 15.000 euros de multa).
Este último cargo potencial se refiere a las heridas en la cara (en concreto, una brecha en una ceja) que sufrió uno de los marineros del carguero.
La representante de la Fiscalía explicó que el "Luno" sufrió dos averías consecutivas del sistema eléctrico cuando el práctico de Bayona trataba de introducirlo en el puerto.
El barco consiguió arrancar cuando se produjo la primera avería, pero el motor se paró de nuevo y ya no se pudo poner en marcha.
Uno de los remolcadores del puerto intentó empujarlo para alejarlo del dique, sin éxito.
También se intentó frenar el empuje de las olas y del viento echando dos anclas, sin resultados, por lo que finalmente el carguero se empotró contra el dique y se partió.
Junto a la investigación judicial, se ha abierto otra de carácter técnico a cargo de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos de España, que recibe el apoyo de un miembro del Bureau Enquête Accidents (BEA), el organismo francés equivalente.
Su misión, en el marco de una cooperación europea, es identificar las causas del naufragio y formular recomendaciones para evitar siniestros similares en el futuro.
La empresa holandesa Smit Salvage, contratada por el armador del carguero, Naviera Murieta, inició esta tarde las labores para bombear el combustible que había quedado en la proa del "Luno", que se encuentra varada en la playa de Anglet, donde se calcula que hay entre 60 y 80 toneladas de fuel.
Los marineros han podido viajar a Bilbao una vez que terminaron de declarar ante los gendarmes. De los once, dos son residentes en esta ciudad, uno es de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y el resto de Galicia, entre ellos un cubano.
El "Luno", construido en 1994, se partió en dos, y posteriormente se desprendió un tercer trozo del barco, al chocar contra un dique del puerto de Bayona al perderse el control de la nave en medio de un fuerte oleaje.