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Adiós a Sleipnir: la crisis se cobra su primer 'hedge fund' español



    Odín, el poderoso dios de la mitología nórdica, triunfaba en las batallas gracias a su mágico caballo, que se desplazaba como un rayo por tierra, mar y aire. Su nombre era Sleipnir, como el del primer fondo de inversión libre español que ha caído víctima de la crisis. Su gestor Carlos Hernández buscaba obtener una rentabilidad del 20% anual con un objetivo de volatilidad del 10%.

    El córcel del mito tenía ocho patas, casi los mismos meses que ha durado este fondo de inversión libre lanzado por la sociedad de valores Auriga e integrado en Próxima Alfa, la plataforma de hedge fund creada en conjunto por BBVA y Vega, la gestora capitaneada por Ravi Mehra.

    Sleipnir se registró el pasado julio en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Su gestor Carlos Hernández buscaba obtener una rentabilidad del 20 por ciento anual, con un objetivo de volatilidad del 10 por ciento. Su operativa consistía en tomar posiciones alcistas en unos valores y bajistas en otros basándose en un modelo sistemático para seleccionar los valores.

    Además, pensaba obtener estas cifras con "independencia del comportamiento del mercado", según se decía en su folleto. Es decir, galopando tanto en mercados alcistas como bajistas, como la versión financiera del caballo de Odín.

    El mito se cae

    Sin embargo, el mito se ha caído a las primeras de cambio. Desde que empezó a invertir en agosto hasta el final de febrero, el fondo había perdido más de un 4 por ciento. Las consecuencias han sido drásticas: el gestor, Carlos Hernández, ha salido de Auriga y el fondo ha dejado de gestionarse activamente, según ha confirmado a este diario Pedro Urbina, director general consejero de Auriga Securities.

    Urbina afirmó ayer a este diario que el fondo "no se va a cerrar", pero tan sólo por cuestiones técnicas. Crear un vehículo de inversión libre supone toda una serie de costes y trámites burócráticos, incluidos llamados due dilligence (estudio a fondo de la compañía) por parte de los socios, como Próxima Alfa en este caso, u otras partes que toman parte en el desarrollo del mismo, como el administrador, que es BNP Securities Services, o el prime broker, que era Fimat.

    Según explica Urbina, Auriga pretende ahora, sobre la carcasa de Sleipnir, diseñar otro nuevo fondo de gestión alternativa, para el que en la actualidad está buscando gestores: "Estamos cerrándolo ya. Seguimos creyendo en la gestión alternativa y creemos que existe demanda real por parte de las instituciones", afirma. Mientras tanto, la firma ya ha comunicado a la CNMV un cambio en la política de inversión del fondo para mantenerse en liquidez.

    El patrimonio del fondo se ha reducido sensiblemente. De los cerca de 40 millones de euros bajo gestión que llegó a tener ha caído hasta unos 15 millones en la actualidad, según datos de la agencia Bloomberg. La explicación oficial es que los socios de Auriga, que eran prácticamente los únicos que invertían en el fondo, según explican en la entidad, se habían endeudado para invertir y al pasar a una estrategia conservadora, han sacado el dinero y lo han dejado "aparcado en la línea de crédito".

    El Sleipnir original seguía una estrategia de inversión conocida en la jerga como equity long short sobre acciones europeas. Es decir, tomar posiciones alcistas en sus valores favoritos y bajistas en los que tenía expectativas negativas, para así llevarse la diferencia entre el comportamiento relativo de ambos. Para seleccionar las apuestas, Carlos Hernández se servía de modelos estadísticos que le habían funcionado muy bien a lo largo de su carrera como gestor en InverCaixa y Kutxagest. ¿Por qué ha fallado ahora?

    Víctima de la volatilidad

    Como explica Urbina, "salió en agosto, quizá el peor momento posible para un fondo así, porque desde entonces hemos visto un mercado con cambios constantes en volatilidad". Esto ha descuadrado no sólo a este producto, sino a otros muchos fondos de inversión de este estilo que han visto sufrir sus sistemas de control de riesgo ante la brusquedad con la que se ha movido el mercado. Y, sobre todo, a los que siguen modelos cuantitativos, en los que han saltado las posiciones ante un escenario que no estaba previsto.

    El nuevo producto de Auriga podría seguir una estrategia similar, "pero más basado en el análisis que en los modelos sistemáticos", explica Pedro Urbina. De este estilo hay otros fondos de inversión libre españoles que de momento funcionan muy bien, como BBVA & Partners Retorno Absoluto, gestionado por Bartolomé Gil; Siitnedif Tordesillas, de Ricardo Seixas y Tiago Vaz, o Cygnus Long Short Utilities Paneuropeas, gestionado por un equipo cuyo responsable es Juan Cruz.

    ¿Renacerá el nuevo fondo en la carcasa del caído Sleipnir? Quién sabe. El caballo de ocho patas también tenía, según la mitología, la capacidad de cabalgar hasta la muerte y volver.