Pescanova mintió ayer a la CNMV en un hecho relevante sobre el voto del consejo

Pescanova engañó ayer a la CNMV en un hecho absolutamente insólito en el mercado. El presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, remitió por la noche un comunicado al supervisor bursátil en el que aseguraba que el consejo de administración había aprobado por unanimidad la reestructuración financiera.

Sin embargo, hoy ha remitido otro hecho relevante en el que asegura que dos de sus consejeros "no votaron ni ratificaron la línea de reestructuración de la política financiera del grupo". Los dos miembros del consejo contrarios al acuerdo fueron José Carceller, el representante de Damm, y François Tesch, en nombre de Luxempart, el fondo luxemburgués que controla el 5,8% del capital.

En un principio, la reunion que se celebró ayer se esperaba movida fundamentalmente por la oposición de Damm a Fernández Sousa. Según informaba ayer elEconomista, el segundo accionista de la multinacional, con una participación del 6,2%, iba a buscar apoyos para destituir al presidente de Pescanova de su cargo.

La reunión, que duró nada menos que ocho horas, fue convocada de forma extraordinaria a petición de algunos consejeros, que reclamaban explicaciones al directivo.

Sin embargo, al término del consejo Fernández de Sousa notificó el apoyo que había recibido a su gestión, así como la ratificación por unanimidad de la línea de financiación presentada por el grupo de sede gallega.

Alianza de los acreedores

Por otra parte, la banca acreedora de Pescanova está reunida hoy por otro lado para crear un comité de dirección (steering committee) o núcleo duro con las entidades que tienen mayor exposición con la firma gallega, cuya deuda total puede rondar los 2.500 millones de euros, aunque algunas fuentes aputan ya incluso hasta los 3.000 millones.

En principio, dicho comité estará integrado por ocho entidades: Sabadell, Popular, CaixaBank, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland (RBS), BNP, Rabobank y EBN, los principales acreedores que liderarán el proceso de reestructuración de la deuda, según han informado a Europa Press en fuentes financieras.

En dicho comité directivo, que quedará perfilado este viernes en la reunión a la que asisten las 45 entidades acreedoras de Pescanova, no estará "probablemente" Novagalicia por un "posible conflicto de intereses", aunque todavía no se ha decidido.

Deuda oculta

La compañía está en el centro del huracán por una posible ocultación de deuda en sus cuentas, que aún no ha presentado a la CNMV. De hecho, el regulador de la bolsa española ha abierto una investigación para detectar si Pescanova ha cometido irregularidades contables.

En este sentido, Fernández de Sousa aseguró ayer que BDO Auditores está realizando progresos sobre las "discrepancias" entre la contabilidad y las cifras de deuda bancarias, que se estiman entre los 500 y los 1.000 millones de euros. En concreto, su deuda auditada hasta junio de 2012 asciende a 1.522 millones, pero la cifra real podría elevarse a 2.000 o 2.500 millones de euros.

Además, hoy La Fiscalía del Tribunal de Cuentas ha anunciado que se han abierto diligencias informativas sobre las ayudas otorgadas a la firma y las posibles "deficiencias" que pudiera haber en este sentido, a raíz de una denuncia formulada por la Plataforma en Defensa del Sector Martítimo Pesquero de Galicia.

La plataforma asegura que Pescanova pudo haber recibido "con toda seguridad" ayudas públicas de la Xunta de Galicia y europeas entre 2002 y hasta este mismo año, que llevarían a sumar "cantidades de auténtico espanto y de varios millones de euros", que según indican el gobierno regional se niega a revelar.