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Critican elevados salarios de directivos en Suiza a pesar de crisis
Ginebra, 20 mar (EFECOM).- La publicación en estos días de los salarios de los directivos de las grandes compañías suizas ha encendido las críticas, después de que las pérdidas de los dos principales bancos por la crisis hipotecaria en EEUU demostrara que altas remuneraciones no son siempre sinónimo de buena gestión.
Entre los directivos mejor pagados de Suiza se encuentra el presidente de la farmacéutica Roche, Franz Humer, que ingresó 21,6 millones de francos (unos 13,5 millones de euros) por el ejercicio 2007.
Humer adelantó así a su homólogo en Novartis, Daniel Vasella, quien sufrió una disminución de su remuneración, que fue de 17 millones de francos (unos 10,6 millones de euros), frente a los 21 millones que había ganado en 2006.
Peter Brabeck, presidente del gigante Nestlé, ganó el año pasado 17,4 millones de francos (unos 10,9 millones de euros), 3,4 millones más que el ejercicio precedente, mientras que el hasta hace poco presidente de la tecnológica ABB, Fred Kindle, recibió 10 millones de francos (unos 6,2 millones de euros).
Representantes de asociaciones de pequeños accionistas han coincidido en que estadísticamente no está demostrado que exista una relación entre altos salarios y desempeño eficiente de las compañías.
Una nueva ley obliga a partir de este año a las empresas a desvelar el salario de cada integrante de su consejo de administración y precisar la remuneración del miembro de la dirección o consejero mejor pagado.
En función de esa norma, el informe de actividades de UBS reveló esta semana que el salario de su presidente, Marcel Ospel, había caído el 90 por ciento en 2007, periodo en el que "sólo" ganó 2 millones de francos, más los 600.000 francos destinados a su fondo de pensiones.
UBS ha resultado uno de los bancos más afectados por la crisis de hipotecas de alto riesgo en EEUU, que le llevó a perder 2.700 millones de euros el año pasado y a realizar depreciaciones de activos por alrededor de 20.000 millones de dólares.
Ante la gravedad de esa situación, el directorio y el consejo de administración renunció al bono que entrega anualmente el banco a toda su plantilla y que permitió, por ejemplo, que Ospel ganara 26,6 millones de francos (16,7 millones de euros) en 2006.
En cambio, el informe de actividades publicado hoy por Credit Suisse -segundo banco suizo y también afectado por la crisis de las "subprimas"- revela que sus responsables no renunciaron a su bono, aunque su remuneración fue menor en 2007 en comparación con 2006.
Los miembros del directorio ganaron una media de 12,5 millones de francos (unos 7,8 millones de euros), frente a 19,1 millones un año antes.
Las remuneraciones de los directivos de Credit Suisse sumaron los 162,1 millones de francos (unos 100 millones de euros), de los que 22,3 millones fueron para su presidente, Brady Dougan (3,4 millones en efectivo y el resto en acciones).
Pero además de estos extraordinarios salarios, son los llamados "paracaídas dorados" que protegen a los directivos en caso de una partida anticipada los que son objeto de severas críticas.
Los casos más recientes han sido los de tres miembros de la dirección general de UBS, que dejaron ese establecimiento antes o durante el estallido de la crisis hipotecaria estadounidense a mediados del año pasado y que ahora se ha expandido al resto del sistema financiero.
Gracias a ese "paracaídas", Peter Wuffli, ex presidente de la dirección, Clive Standish, ex jefe de finanzas, y Hew Jenkins, ex jefe de la banca de negocios, fueron indemnizados con un total de 61 millones de francos (38,3 millones de euros), una suma que cubre los años 2008 y 2009. EFECOM
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