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Economía/Empresas.- La justicia francesa podría juzgar a Continental Airlines por el accidente del Concorde de 2000



    PARIS, 12 (EUROPA PRESS)

    La fiscalía encargada del caso del accidente del Concorde que causó 113 muertos en julio de 2000 ha solicitado hoy la remisión al tribunal correccional de cuatro personas de la compañía Continental Airlines por homicidio involuntario.

    La investigación demostró que la explosión de los depósitos del avión se debió al reventón de un neumático que fue causado a su vez por la presencia en la pista de una lámina de titanio desprendida de un DC-10 de Continental Airlines que había despegado justo antes del aeropuerto de Charles de Gaulle de París.

    Los restos del neumático impactaron en el ala y en el reactor del Concorde y dañaron un motor que provocó una perforación en un depósito y una consiguiente pérdida de queroseno que fue la causa del incendio, según las conclusiones de la investigación judicial y administrativa.

    Desde ese momento, el aparato no pudo ser controlado y dos minutos más tarde se empotró contra un hotel provocando la muerte de 113 personas, 109 de ellas pasajeros, mayoritariamente alemanes, y miembros de la tripulación en la localidad de Gonesse.

    El fiscal de Pontoise, en las afueras de París, ha pedido que sean transferidos al correccional cuatro personas: el empleado de Continental que colocó la lámina en el DC-10, el jefe de mantenimiento de la compañía cuando se produjeron los hechos, el antiguo director del programa Concorde y el antiguo jefe de la dirección general de la aviación civil.

    Los cuatro, además de la compañía aérea, en tanto que persona moral, están acusados de homicidios y heridas involuntarios. Si se confirma el proceso, éste no se celebraría antes de finales de 2008 o principios de 2009 por razones de organización. La compañía podría enfrentarse a una multa penal y a pagar una alta indeminzación por daños y perjuicios.

    El Concorde, un mito de la historia de la aeronaútica, fue el avión de pasajeros más rápido del mundo pero su carrera comercial se vio pronto truncada por el alza de los precios del petróleo y las compañías Air France y British Airways, limitaron los vuelos de lujo y las rutas transatlánticas. La catástrofe ocurrida en Gonesse aceleró su fin y efectuó su último vuelo comercial el 24 de octubre de 2003 con la de British Airways.