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Japón y Chile ponen a prueba estilos diferentes de negociación



    Gonzalo Robledo

    Tokio, 9 jul (EFECOM).- La tercera ronda para el Acuerdo de Asociación Económica entre Japón y Chile que se inicia mañana en esta capital, busca aunar intereses comunes y, a su vez, contrapone dos estilos diferentes de negociación.

    Chile llega con un bagaje de más de cuarenta acuerdos comerciales bilaterales firmados, mientras que Japón tiene dos vigentes, uno con México y otro con Singapur.

    Japón ha pactado además con Filipinas y Tailandia y se espera que, el miércoles 13, entre en vigor un acuerdo parcial con Malasia.

    El contraste en el número de pactos parte de la tardía adopción en Tokio de una política de acuerdos bilaterales ya que hasta la llegada del primer ministro Junichiro Koizumi se favorecía la política multilateral dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

    Mientras la parte chilena maneja sus negociaciones de libre comercio dentro de la Cancillería, Japón ha adoptado recientemente una estrategia similar facultando una sección especial para los Acuerdos de Asociación Económica (AAE) dentro del ministerio de Asuntos Exteriores.

    Aunque ambos países consideran los acuerdos comerciales un asunto primordial para el sector privado, Tokio veta la presencia de empresarios en las negociaciones.

    Chile faculta en sus reuniones el llamado "cuarto adjunto", una habitación paralela con ejecutivos del sector privado a la que los negociadores chilenos acuden para consultar y agilizar las decisiones.

    Japón se niega a proveer el espacio físico para el "cuarto adjunto" y los empresarios japoneses, por su parte, deberán esperar al final de las discusiones para ser informados de los resultados.

    Según fuentes diplomáticas japonesas consultadas por Efe, la lógica es que la presión de intereses diversos proveniente de sectores dispares (automóviles y pesca) por ejemplo, complican la toma de decisiones.

    Tokio, sin embargo, incrementa el número de funcionarios y su delegación oficial, que incluye ministerios de Industria y Comercio, Exteriores y Agricultura y Finanzas, constará de unas cien personas, frente a la cincuentena que compone la comitiva chilena.

    En los preparativos para el acuerdo con Chile, Japón estudia con atención las negociaciones del país andino con Corea del Sur y China, no solo por razones geográficas, sino también por tener coincidencia en algunos productos.

    Con Corea del Sur, el principal referente es la entrada de sus automóviles libres de aranceles a Chile, lo que ha permitido que esos vehículos se vendan en el país andino en mejores condiciones que los de marcas niponas.

    China, por otra parte, ofrece un modelo de lo que Japón "no quiere hacer", según las fuentes, dado el carácter parcial de su acuerdo con Chile.

    En vez de un TLC centrado en algunos productos, Japón y Chile coinciden en un "acuerdo global" de largo plazo. Para Japón son primordiales las inversiones por considerarlas más productivas y creadoras de riqueza.

    En cuanto a calendario, Tokio asegura que no tiene prisa en cerrar el trato con Chile antes de que termine el gobierno del primer ministro Koizumi, en septiembre próximo.

    Los negociadores japoneses estarían satisfechos con un "acuerdo marco" que contenga los puntos que irán en el tratado final y que, en una práctica más a fin al estilo negociador nipón, reste urgencia a las decisiones finales.

    El 110 aniversario del tratado de Amistad Comercio y Navegación entre Chile y Japón, que tiene lugar en 2007, ha sido propuesto ya por el Gobierno japonés a Santiago como una fecha idónea para la firma del acuerdo.

    Las reuniones bilaterales durarán del lunes al viernes y sus respectivas delegaciones estarán encabezadas por el embajador para el Comercio y Relaciones Económicas, Seiichi Kondo, y por el Director General de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Furche. EFECOM

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