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La ampliación de Espirito Santo castiga a la banca española



    Tras el breve respiro del miércoles, las dudas volvieron a asaltar el parqué español en la sesión de ayer, convirtiéndolo en el único bajista dentro de Europa. La desconfianza en la recuperación de la economía española y las dudas que generan las cuentas públicas siguen lastrando la evolución del Ibex. Sólo la apertura de Wall Street consiguió mitigar las pérdidas, para cerrar la sesión con una caída del 0,75% hasta los 7.520 puntos.

    El contagio del castigo

    El sector bancario fue el más castigado, arrastrado por la fuerte caída del Banco Espirito Santo, recordando lo ocurrido con Unicredit. La entidad lusa se desplomó un 10,5% en los parqués (aunque llegó a ceder casi un 27%) después de anunciar una ampliación de capital por valor de 1.000 millones de euros -un cuarto de su capitalización bursátil al cierre de 2011- para poder cumplir con los requisitos de solvencia que establece la Autoridad Bancaria Europea (EBA). En el intradía marcó un mínimo en 0,855 euros. "Este fue el factor bajista más importante de la jornada de ayer, que tiró de todo el sector bancario a la baja", explica Soledad Pellón, de IG Markets. De hecho, entre los valores que peor comportamiento registraron del selectivo español, las entidades financieras ocuparon un puesto de dudoso honor. BBVA lideró las caídas de la banca al dejarse un 1,78%; Santander, Banco Popular, CaixaBank y Bankinter cerraron igualmente en números rojos. "Los inversores son plenamente conscientes de que el sector bancario tiene más riesgos que otros, por eso es más volátil en los parqués y sufre las mayores caídas", advierte Iván San Félix, de Renta 4. Tampoco se debe olvidar que los bancos españoles son los principales acreedores de Portugal.

    Duro varapalo a ACS

    Sin embargo, las más castigadas de la sesión fueron Sacyr y ACS, con sendas caídas del 4,24 y el 3,57%. El demoledor informe de Credit Suisse, en el que rebaja el precio objetivo de ACS un 27,8% (ver apoyo) provocó que el valor cediera hasta precios de inicios de 2005 (ver página 9). Su apalancamiento y elevada exposición a un sector público español con continuos recortes justificaron la decisión del banco. Los problemas de ACS se ven agravados por las caídas en bolsa de Iberdrola, de la que es máximo accionista al controlar un 16,3% de su capital. Según Credit Suisse, por cada 0,5 euros que cede en los parqués la eléctrica, ACS tiene que poner garantías por valor de 422 millones.

    También fue protagonista Repsol, pues el Gobierno argentino anunció la expropiación del 50% de YPF. Una cuestión que ha pasado al plano diplomático tras el aviso de José Manuel Soria, ministro de Industria.