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Los hoteleros preven una buena Semana Santa en la montaña e incertidumbre en la costa
El gerente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y de Montaña (ACEM), Joaquim Alsina, ha explicado a Efe que los hoteleros de las estaciones prevén alcanzar una ocupación del 80% durante los días de fiesta, y aproximadamente un 30% el resto de la semana, mucho mejor que la Semana Santa del año pasado, que fue a finales de abril.
Sin embargo, el tiempo influirá en que muchos turistas se decanten por la montaña, por la playa o por quedarse en la ciudad y, según Alsina, si "finalmente se confirma que hará frío o lloverá, la gente tiene menos ganas de ir a la playa y apostará más por ir a esquiar".
El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Juan Antonio Serrano, ha afirmado a Efe que si el tiempo acompaña, las previsiones del 80% de ocupación de los días festivos pueden, incluso, mejorar.
Según Serrano, mucha gente aprovechará los tres o cuatro días de fiesta para esquiar, hacer deporte de aventura o una escapada por el Pirineo, con unos precios que serán similares a los del año anterior e incluso un poco más elevados.
Estos cuatro días no compensarán una temporada "fatal" para las estaciones de esquí catalanas, a excepción del Vall d' Arán, dice Serrano que coincide con Alsina, quien ha añadido que cuando la nieve llega tarde, no llueve y hay crisis, "se traduce en un año para olvidar" y ha insistido en que la nieve ahora "está perfecta".
Desde el comienzo de la crisis, ha aumentado el número de personas que van a esquiar y vuelven en el mismo día, sobre todo en las estaciones más cercanas a Barcelona, como Masella o La Molina.
El gerente de la Asociación de Hostelería de la Costa Brava, Martí Sabrià, también está pendiente del tiempo para ver cómo irán estas vacaciones, "si empieza a llover y anuncian que el viernes o el sábado hará mal tiempo, será una Semana Santa fatal", porque la gente anula la reserva y no vendrá, mientras que si hace buen tiempo la cosa irá mucho mejor.
Sabrià ha dicho a Efe que cree que esta Semana Santa irá peor que la del año pasado porque, pese a que hay "ganas de salir", la situación económica está "más cruda que nunca", ya que ha aumentado el número de personas que tienen menos dinero y las que tienen el mismo "lo gastan con cuidado ante el miedo al que pasará".
Ha asegurado que las vacaciones serán de menos días que el año pasado e incluso que habrá mucha gente que hará excursiones de un día sin quedarse a dormir fuera de casa.
De momento la ocupación en la Costa Brava, con el 90% de los establecimientos abiertos, oscila entre el 50 y el 60% aunque los hoteleros esperan que las noches del viernes y del sábado se llegue al 80%, siempre que el tiempo acompañe.
La presidenta de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, Maria Eugènia Arbó, ha explicado que las perspectivas para la Semana Santa en la zona "no son buenas" y que hay mucha incertidumbre.
Según Arbó, tanto las agencias de viajes como los hoteleros están percibiendo que hay un importante retraso en las reservas y creen que muchas familias no saldrán por Semana Santa y sí lo harán en el puente del 1 de mayo.
También Arbó ha dicho que se han acortado las estancias mínimas, ya que de tres o cuatro noches han bajado a dos o tres noches, lo que "preocupa al sector".
En Barcelona, el gremio de hoteles de la ciudad ha previsto una ocupación del 82% entre el 5 y el 8 de abril, una buena ocupación que se espera similar a la del año pasado.
Montse Cobero de la asociación Turalcat, ha explicado a Efe, que las reservas en los establecimientos de turismo rural están bastante bien, aunque ligeramente inferiores a años anteriores.
Entre viernes y lunes, los establecimientos rurales tienen una ocupación de casi el 100% aunque no son muchos los que están alquilados toda la semana.
Por su parte, la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) registra un descenso de entre el 6 y el 7 % en las reservas para las vacaciones de Semana Santa.
ACAV apunta que los viajes de corta y media distancia son los que concentran la mayoría de las reservas y que el precio vuelve a ser un factor decisivo a la hora de elegir destino.