Bolsa, mercados y cotizaciones
La austeridad no debería hacer demasiado rápido, dice el FMI
Olivier Blanchard se mostró sorprendido ante el debate sobre si la mejor forma para gestionar el déficit es más estímulo para impulsar el crecimiento económico o medidas más duras, y dijo que en la mayoría de las circunstancias la austeridad llevaría a la contracción.
"La esperanza de que la consolidación fiscal hará a la gente optimista sobre el futuro y llevará a un boom en la economía el año próximo es algo a lo que deberíamos renunciar", dijo Blanchard, en declaraciones en un comité del Consejo de Relaciones Internacionales en Nueva York.
Blanchard señaló que hay situaciones calamitosas que han mejorado por una mayor responsabilidad gubernamental, pero Estados Unidos y la mayor parte de Europa no están tan mal como para justificar eso.
"Creo que todo el mundo debería coincidir en que el ajuste fiscal debería ser un proceso largo, definido, creíble y a medio plazo", dijo Blanchard, que indicó también que la austeridad es claramente necesaria.
Añadió que está preocupado por la presión que sienten los gobiernos para satisfacer a los mercados a través de una consolidación fiscal muy fuerte y rápida.
El debate sobre si la política económica debería centrarse en gastar más o menos ha sido acalorado, particularmente en Estados Unidos, ante las elecciones presidenciales del año próximo.
Preguntado por la crisis de deuda de la zona euro, Blanchard dijo que si Europa no contiene su crisis a corto plazo, claramente el mundo se verá afectada seriamente. Pero incluso asumiendo que sea capaz de controlar sus problemas de deuda, el año próximo "no va a ser bueno" para Europa, ya que tanto la consolidación fiscal como la reducción de deuda y activos en el balance de la banca serán un lastre para la economía.
Respecto al impacto de la crisis sobre el resto del mundo, dijo: "Hay una enorme ambigüedad".
La semana pasada, los líderes europeos acordaron redactar un nuevo tratado para reforzar la integridad económica, cuando los políticos tratan de evitar la expansión de la crisis de deuda de la región. Según el nuevo plan del tratado, los líderes acordaron perseguir una disciplina fiscal más estricta, con sanciones automáticas para quienes incumplan el déficit en la zona de la moneda única.