Bolsa, mercados y cotizaciones

Construir rentabilidad a través de cédulas



    Toda regla tiene su excepción. La del mercado de emisiones financieras, que este año ha permanecido más tiempo cerrado que abierto, son las cédulas hipotecarias. Sobresalen como el activo al que más han recurrido los bancos españoles -y también los europeos- en las ocasiones, contadas, en las que la crisis de la deuda soberana ha concedido un respiro y les ha permitido financiarse mediante la emisión de títulos.

    Conscientes de esta realidad y de que en estos tiempos que corren la seguridad se impone al apetito por el riesgo en la lista de preferencias de los inversores, las gestoras de fondos de inversión también les han prestado una creciente atención. En el último año se han lanzado en el mercado español hasta siete productos cuyo punto de mira se centra, de manera mayoritaria, en las cédulas. Ha sido el caso de las firmas Mutuactivos, DWS, InverCaixa, BarclaysWealthManagament, Consulnor y Espirito Santo Gestión, cada una de las cuales ha registrado un fondo con ese objetivo.

    Cuestión de conservadurismo

    Esta proliferación de productos, que se encuadran dentro del amplio marco de la renta fija, constata el protagonismo adquirido por las cédulas hipotecarias en los últimos meses. Las entidades han hallado en ellas el vehículo más apropiado y accesible en estos momentos para encontrar financiación en los exigentes mercados.

    ¿La causa? Se trata de un producto que resulta más vendible porque tiene una mayor seguridad que otros -como las titulizaciones-, ya que goza con la doble garantía de la entidad y del conjunto de la cartera hipotecaria que ésta posea. O lo que es lo mismo, su probabilidad de impago es muy reducida, razón de sobra en los tiempos actuales para que los inversores les vean con menos sospechas que a otros activos, como la deuda senior -sólo utilizable ahora por las entidades más solventes- o la subordinada -demasiado arriesgada ahora para los inversores-. Además, esa doble garantía propicia que las cédulas cuenten con una elevada calificación crediticia por parte de las agencias de rating. Dicho de otro modo, son títulos que combinan mejor que otros a las inciertas circunstancias actuales.

    Este favorable contexto se ve corroborado por los datos. Según las cifras del Mercado Español de Renta Fija (AIAF), en los diez primeros meses de 2011 se emitieron 77.390 millones de euros en cédulas, un 61 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, y el mayor volumen de todos los títulos que acoge este mercado, por encima incluso de los pagarés -76.167 millones de euros-, que tan de moda se han puesto igualmente en las últimas semanas en el sector financiero.

    Junto a estos factores propios, otro elemento externo promete mantener la efervescencia que viven estos títulos. Consiste en el programa de compra de cédulas activado por el Banco Central Europeo (BCE) y mediante el que dedicará 40.000 millones de euros a la compra de este tipo de títulos hasta finales de octubre de 2012. Es la segunda vez que la institución monetaria recurre a un estímulo de este tipo, después de que entre julio de 2009 y el mismo mes de 2010 destinara 60.000 millones a la adquisición de cédulas, una alternativa orientada a reforzar la liquidez que tienen a su disposición las entidades financieras. Con un jugador como el BCE comprando en el mercado, el precio de las cédulas puede recibir un empujón que se traduzca en mayores rendimientos en los fondos que invierten su patrimonio en ellas.

    Por el momento, estos productos están recogiendo sus frutos. Moderados, eso sí, porque al fin y al cabo sus objetivos de rentabilidad suelen oscilar entre el 2,5 y el 4,25 por ciento -ver gráfico-, pero suficientes para cumplir su misión de alternativas conservadoras con las que defenderse de la convulsión imperante. El decano, Mutuafondos Cédulas FI, acumula un rendimiento del 1,3 por ciento desde su creación en octubre de 2010. De los creados a comienzos de 2011, Consulnor Renta Fija 2 Años, DWS Rentas Semestrales 2014, FonCaixa Cédulas FI y Barclays Renta 2015 FI presentan rendimientos que oscilan en torno al 1 por ciento en los seis últimos meses.

    Selección cuidadosa

    Otra posibilidad, más complicada de realizar para el inversor particular, pero útil para tenerla presente como referencia, consiste en estructurar una cartera de cédulas a medida. Partiendo de la premisa de "seleccionar activos muy seguros", Teresa Gimeno, experta en renta fija de Banif, propone una cartera con siete títulos que, además, cuenta con tres características: diversificación, puesto que cada referencia es una de una entidad distinta; medio plazo, puesto que los títulos vencen entre 2013 y 2016; y atractivos rendimientos, que oscilan en cada caso entre el 4 y el 5 por ciento. Convenientemente repartidos los pesos -ver gráfico-, el rendimiento medio de esta cartera se situaría en el 4,57 por ciento.