Bolsa, mercados y cotizaciones

Qué activos alternativos a la renta variable siguen aguantando en positivo



    Para quienes prefieran esperar hasta septiembre para tomarse las vacaciones y estén buscando un refugio para que su dinero esté a salvo en su ausencia, el barrido que han sufrido este verano las principales referencias bursátiles mundiales ha provocado que se puedan contar sólo con los dedos de una mano los activos que siguen en positivo en el año

    De ellos, siguen ofreciendo rendimientos superiores al 10 por ciento las materias primas, los ETF inversos (que invierten en activos que cuando caen, su precio sube), los bonos ligados a la inflación, fondos inmobiliarios y la renta fija de Suiza. No obstante, también ofrece rentabilidades positivas las deudas soberanas de Suecia, Noruega y Reino Unido. E incluso los fondos con exposición a bonos de la zona euro aguantan lo suficiente como para batir a la inflación en los niveles actuales.

    El gran descarte, obviamente, ha sido la renta variable. De los productos que invierten en acciones, los más perjudicados son los expuestos a Turquía, que en el año ceden más de un 35,52 por ciento (no así los invertidos en su renta fija que avanzan un 0,95 por ciento en el año) según datos de Morningstar. Paradójicamente, los fondos que invierten en renta variable española son de los que menos retroceden en el año (consultar gráfico).

    Materias primas

    La corrección de las bolsas ha dejado como claros vencedores a quienes hayan invertido en materias primas. Y cuando hablamos de materias primas, nos referimos a metales preciosos. Y dentro de los metales preciosos, el protagonista indiscutible ha sido el oro, que ha sido más activo refugio que nunca; de hecho, que haya batido varios máximos históricos a pesar del rebote de las bolsas europeas y americanas ha sido interpretado como un indicador claro de la desconfianza de los inversores.

    Con el contexto actual, que el oro acumule una subida del 25 por ciento le convierte en uno de los activos más rentables de 2011. También ha fomentado el ascenso de la plata, que se se revaloriza un 31 por ciento en lo que va de año, aunque en abril llegó a marcar máximos de 48,44 dólares la onza que remitían a niveles inéditos desde finales de la década de los setenta.

    Aunque el inversor de fondos tiene varias opciones para invertir en materias primas, en 2011 la única alternativa rentable está siendo, además de los ETF, la de fondos que invierten en derivados. El fondo BOAML Invest Mlcx Cmdty Alpha 5 Instl de Bank of America-Merrill Lynch ofrece además la particularidad de que tiene como índice de referencia a un indicador que se posiciona largo en algunas commodities y corto en otras. De momento el resultado está siendo de lo más positivo: gana un 10,94 por ciento en 2011.

    Fondos inversos

    Los fondos inversos son una de las pocas opciones que tienen los inversores para poder beneficiarse de las caídas del mercado. Sobre todo en las últimas semanas cuando los organismos reguladores de Grecia, Italia, Francia, Bélgica y España prohibieron las posiciones bajistas para evitar nuevos desplomes.

    Los productos que apuestan por esta estrategia acumulan un rendimiento superior al 20 por ciento desde el comienzo del año (ver gráfico), según datos de Morningstar. De entre todos los bajistas que están registrados en España, el INVERSOS BK Eurostoxx Inverso FI, de Bankinter, es el que más rentabilidad se anota en el año, ya que gana tanto como cae el Eurostoxx 50. En concreto, a diferencia de los ETF, este fondo invierte en futuros vendidos sobre el índice Euro Stoxx 50.

    Renta fija y divisas

    La renta fija es un activo que tradicionalmente ha sido considerado como menos arriesgado que la variable, aunque evidentemente la crisis de la deuda soberana en Europa se ha encargado de cuestionar y, sobre todo, de cribar la calidad de los títulos según riesgo país.

    De ahí que, en el amplio universo que supone la renta fija de la zona euro, este año haya más que nunca vencedores y vencidos. Los nombres de los segundos están claros: Grecia, Portugal e Irlanda, países que han tenido que ser rescatados y, en menos medida Italia y España, de los que en ocasiones se han colocado en la lista de los siguientes en verse obligados a solicitar los rescates. También se identifican dos claros ganadores: Alemania y Francia. Especialmente en el caso del papel germano, pues al correr a atecharse en la fiabilidad del bund los inversores han llevado su rentabilidad a mínimos históricos. Este comportamiento inverso explica por qué los fondos de renta fija en la zona euro sólo avanzan un 1,58 por ciento en el año, lo justo para batir los niveles actuales de inflación en Europa.

    Es precisamente en los bonos alemanes y galos, además de holandeses, donde el fondo de la gestora Raiffeisen, el Raiffeisen-Dynamic-Bonds FS T, tiene sus principales posiciones. Concretamente, el 81 por ciento de su cartera está en este tipo de emisiones. No es de extrañar, por tanto, que consiga revalorizarse un 8,57 por ciento en un contexto de crisis de deuda. Pero ojo, pues en el caso de que mejorase la situación económica -o al menos, la percepción sobre el rumbo que tome Europa- podrían volver a subir las rentabilidades de la deuda a diez años, especialmente de la alemana, y este hecho perjudicaría también a quien entrase en mínimos.

    No obstante, los activos de deuda que están mostrando mayor fortaleza se encuentran fuera de la eurozona, siendo la renta fija en francos suizos la clara ganadora. En general, ha salido ganando todo aquel que decidiera refugiarse en la seguridad de esta divisa, que ha llegado a rozar la paridad con el euro (0,97 euros el franco, su máximo contra la moneda única desde la creación de ésta) a pesar de las intervenciones del Banco Central de Suiza para que el repunte de la divisa no afecte a sus exportaciones.

    Así lo demuestran los productos con exposición a deuda soberana helvética, que se clasifican como los mejores al avanzar más de un 12 por ciento en el año (ver gráfico). De ellos, el CSF (Lux) SBI Foreign Govt 5+CHF F, de Credit Suisse, es el que consigue sacar más partido de la apreciación que acumula el franco suizo en lo que va de año, después de que los inversores hayan acudido en masa a esta divisa ante, primero, la crisis de la eurozona y luego, la posibilidad de que EEUU entre en recesión. Así, se anota una rentabilidad en 2011 de un 13 por ciento y gracias a este comportamiento también consigue convertirse en el fondo más rentable de renta fija en francos suizos del último año. Por no mencionar que es el producto que tiene la comisión más baja de todos los de su categoría, un 0,20 por ciento.

    Aunque la renta fija sueca y noruega también gana en el año, el papel destacado es para otro activo de refugio tradicional, la deuda británica. Una vez más, pese a la grave crisis económica que ha heredado David Cameron, Reino Unido se alegra de no haber entrado en la Europa de la moneda única (aunque parte de la culpa la tiene el especulador George Soros). El hecho de que cuente con una divisa propia, la libra, es lo que le ha alejado, dentro de lo que cabe, de la crisis de la deuda de la eurozona. Ante la falta de alternativas, los inversores también han acudido a la libra y al bono británico a diez años (gilt) para huir del crash de los mercados. Por productos, es el fondo de la gestora Russell, el Russell IC UK Long Dated Gilt A, el que más partido ha sacado de este miedo de los inversores, ya que gana un 9 por ciento en 2011. Pese a ser un fondo de renta fija a largo plazo, cobra una comisión de monetario, de tan sólo el 0,13 por ciento.

    Además del franco suizo o del yen, hay otras divisas que acumulan fuertes apreciaciones en los últimos meses. Se trata de las emergentes, a las que el QE2, al debilitar el dólar, no ha hecho sino impulsar. Si bien esto es un problema para sus inflacionarias economías, da grandes alegrías a los inversores que tengan participaciones en fondos de deuda emergente en divisa local. Sobre todo si ese fondo es BNY Mellon EM Debt Lcl Ccy I EUR Hdgd, ya que este producto gana un 10 por ciento en lo que va de año y ha premiado a sus partícipes con una rentabilidad anualizada superior al 9 por ciento en tres años de crisis, gracias también a que gran parte de las emisiones que tiene en cartera tiene un rating de bono basura, lo que les exige ofrecer grandes rentabilidades.

    Fondos inmobiliarios

    De todos los activos que aguantan en positivo en 2011, son los fondos con exposición a activos inmobiliarios, bien a través de compañías del sector como directamente en bienes inmuebles, los que suscitan más controversia. Todavía está fresco en la memoria colectiva el papel que ha tenido este sector como desencadenante de la última recesión, aunque también es verdad que las inmobiliarias europeas se encuentran en una situación más airosa que las españolas. Así, los productos que incluyen en su portafolio exposición a los activos de tipo inmobiliario acumulan un avance cercano al 3 por ciento desde el comienzo de 2011, según Morningstar.

    Bonos ligados a la inflación

    5Los bonos de este tipo ofrecen la particularidad de dar al partícipe siempre una rentabilidad ligada a la inflación, por lo que en un contexto de inflación al alza, aunque ésta esté provocada principalmente por los altos precios del petróleo, suelen ser rentables. Sobre todo los productos que invierten en bonos de este tipo emitidos por países en vías de desarrollo, donde -pese a los esfuerzos de sus respectivos gobiernos, que han subido los tipos de interés en varias ocasiones en el último año- las tasas de inflación se han disparado en los últimos meses por los altos precios de las materias primas. No es el caso, sin embargo, del AXA WF Glbl Inflation Bds AD EUR, que se centra en países como EEUU, Reino Unido o Alemania. Pese al poco riesgo que asume, su rendimiento supera el 10 por ciento.