Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Seguirá subiendo el Ibex 35 si la economía española se pone en su contra?
Las previsiones auguran tiempos difíciles para la economía española debido a la previsible ralentización del sector de la construcción, el principal motor del Producto Interior Bruto (PIB) durante los últimos años. Los pronósticos aumentaron su pesimismo con el estallido este verano de los problemas de liquidez mundiales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha asegurado que España será uno de los países más expuestos a la crisis crediticia.
El organismo internacional explica que las dificultades financieras han reducido la liquidez en el mercado, lo que ha provocado un endurecimiento de las condiciones para acceder a un crédito, algo que afectará en última instancia al consumo interno de las familias, otro de los grandes motores del crecimiento español de los últimos ejercicios.
Sin correlación
El Ibex 35 alcanzó un máximo intradiario de 16.040,40 el mes pasado. En lo que va de año, el índice ha subido 10% y se ha convertido en el segundo mejor de los 10 mayores mercados europeos, sólo por detrás del Dax alemán. El selectivo ha remontado con fuerza desde mediados de septiembre. El 17 de ese mes acumulaba unas pérdidas desde enero del 3%.
"El punto de inflexión de este año fue el Día del Inversor de Telefónica y la subida que experimentaron sus acciones. Hubo un antes y un después para la evolución del Ibex", comenta Jordi Padilla, analista de Atlas Capital. "Los inversores extranjeros infraponderaron la bolsa española por los malas previsiones económicas y a partir de ese día parece que comenzaron a entender que la evolución del Ibex no tenía nada que ver con lo que puede pasar con la actividad del país", explica.
Para Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, "en estos momentos no hay una correlación entre el Ibex 35 y el PIB español, aunque sí la hubo en ejercicios pasados". Este analista destaca que "la inversión extranjera hace tiempo que abandonó la bolsa española" aunque reconoce que en la segunda mitad del año el dinero internacional se ha vuelto a fijar de forma moderada en los grandes valores del mercado nacional. "Las cotizaciones de los pesos pesados del Ibex se ha quedado retrasada sin mucha explicación", señala.
Evolución del PIB español y del Ibex 35
Azul: Ibex 35. Verde: PIB. Fuente: Bloomberg
Exposición internacional
El negocio de las grandes empresas españolas cada vez depende menos del mercado nacional. Los expertos calculan que, aproximadamente, el 40% de los ingresos de las compañías que forman parte del Ibex 35 proviene de Latinoamérica.
El 60,5% de los ingresos de Telefónica, que supone un 20% del selectivo, provienen de su unidad de Suramérica y Europa, según los resultados del tercer trimestre presentados por la operadora. Santander obtiene el 44% de su beneficio ordinario de América Latina y Reino Unido. Su peso en el Ibex es del 17%. En una situación similar se encuentran BBVA, Iberdrola, Repsol YPF e Inditex, los otros valores que más influyen en los movimientos del índice.
Padilla cree que "el Ibex 35 de los grandes valores puede seguir haciéndolo bien en el próximo ejercicio", aunque mantiene sus dudas sobre la evolución de las empresas más pequeñas del índice.
Inversión en el extranjero
La primera gran oleada de la expansión de las grandes empresas españolas en el extranjero llegó en la década de los Noventa tras el ingreso del país en la Unión Europea en 1986 y después de la firma del Acta Única Europea en 1993. Las grandes empresas privatizadas como Telefónica o Repsol así como los grandes bancos, tomaran conciencia de la necesidad de reposicionarse en un nuevo entorno más competitivo. La segunda gran avalancha de expansión de las compañías ha llegado en los últimos años.
El crecimiento de los grupos se ha producido mediante adquisiciones de otras empresas y a través la inversión directa en otros países. Las inversiones directas españolas en el extranjero aumentaron desde una media de 2.300 millones de dólares entre 1985 y 1995 hasta 18.900 millones de dólares en 1998, y hasta un máximo de 89.700 millones de dólares en 2006, la tercera mayor cifra por detrás de la de EEUU y Francia, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).