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Trichet deja entrever una subida moderada de los tipos de interés en julio



    Fráncfort (Alemania), 9 jun (EFE).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dejó hoy entrever una subida moderada de los tipos de interés en la zona del euro en julio.

    Previamente, el consejo de gobierno del BCE decidió por unanimidad mantener este mes la tasa rectora en el 1,25 %.

    El presidente del BCE dijo que "existen riesgos al alza para la estabilidad de precios. Por lo tanto está garantizada una fuerte vigilancia".

    En el pasado, Trichet siempre utilizó la expresión "fuerte vigilancia" sobre los precios para indicar a los mercados que la entidad iba a acometer un incremento del precio del dinero al mes siguiente.

    No obstante, Trichet también dijo, como en otras ocasiones, que el BCE no está obligado a tomar una decisión concreta, algo que tendría menos sentido ahora en las actuales circunstancias.

    Además, la entidad monetaria europea hizo públicas sus últimas proyecciones macroeconómicas de la zona del euro para 2011 y 2012, que realizan analistas del banco europeo y los bancos centrales nacionales con periodicidad semestral.

    El BCE revisó de nuevo al alza sus proyecciones de inflación, debido al encarecimiento de la energía, y de crecimiento para 2011 y algo a la baja las de crecimiento para 2012.

    El banco europeo prevé que la tasa de inflación supere el 2 % hasta comienzos de 2012.

    La entidad calcula ahora para 2011 una inflación media del 2,6 %, en un rango entre 2,5 y el 2,7 %, en vez del 2,3 % previsto en marzo con un rango de entre el 2 y el 2,6 % .

    Asimismo, el BCE espera una inflación media del 1,7 % para 2012 entre un rango del 1,1 y el 2,3 %, por lo que mantiene las previsiones de marzo de entre el 1 y el 2,4 %.

    El euro se depreció con fuerza y perdió más de un centavo de dólar, hasta caer por debajo de los 1,45 dólares, después de que Trichet dijera que el BCE deja inalteradas sus previsiones de inflación del 1,7 % para el próximo año, ya que los mercados consideraron que ya no subirá el precio del dinero con la rapidez que habían anticipado anteriormente.

    La entidad monetaria prevé también que la economía de la zona del euro crecerá en 2011 una media del 1,9 %, en un rango entre el 1,5 y el 2,3 %, frente al 1,7 % previsto en marzo, con un rango entre el 1,3 y el 2,1 %.

    Esta revisión al alza de las previsiones de crecimiento refleja que la reactivación económica de la zona del euro ha sido en el primer trimestre mejor de lo esperado.

    Además, la entidad monetaria mantiene las perspectivas de reactivación económica en 2012 en una media del 1,7 %, en un rango entre el 0,6 y el 2,8 %.

    En marzo, el BCE había pronosticado un crecimiento económico para 2012 de entre el 0,8 y el 2,8 %, una media del 1,8 %.

    El BCE prestará a los bancos comerciales de la zona del euro toda la liquidez que necesiten hasta finales del tercer trimestre del año.

    Respecto a Grecia, Trichet afirmó que el BCE apoya que los acreedores privados renueven de forma voluntaria sus bonos griegos una vez que hayan vencido, pero se opone a cualquier tipo de reestructuración de la deuda griega.

    Trichet hizo hincapié en que toda participación de los acreedores privados en el rescate de Grecia debe ser voluntaria y que "sería un enorme error aprobar una decisión que pudiera desencadenar un impago de la deuda griega".

    El BCE, subrayó, no dialoga con un Gobierno concreto en relación a la propuesta de Alemania de prolongar el vencimiento de los bonos griegos durante siete años.

    No obstante, dejó claro que se trata de una decisión de los Gobiernos europeos cómo diseñar la respuesta a la crisis de endeudamiento de Grecia y no de la entidad monetaria.

    El banco europeo ha adquirido bonos griegos por valor de unos 45.000 millones de euros y ha aceptado a los bancos comerciales griegos en las operaciones de refinanciación títulos de deuda griega por valor de 90.400 millones de euros.

    El BCE también ha dejado claro que no aceptará los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación si se produce algún tipo de reestructuración de la deuda.