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Ventajas y desventajas de la fortaleza de la 'moneda única' europea
Diecisiete meses después, el euro está decidido a reconquistar los 1,5 dólares. Es el destino que parece esperarle por las contrapuestas políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE). El caso es que la fortaleza de la moneda única resulta positiva para el bolsillo de los europeos en algunos aspectos... pero negativa en otros.
Abarata la factura energética.
Con el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, a 125 dólares, una de las ventajas del empuje del euro consiste en que amortigua el impacto de la subida del crudo. Ese barril, al cambio, cuesta ahora 84,5 euros; si el euro se cambiara a 1,25 dólares, ese precio subiría hasta los 100 euros. Al mismo tiempo, y como las presiones inflacionistas tienen origen en el repunte de las materias primas, la subida de la divisa europea ayuda a contener el alza de los precios.
Misma deuda, menos desembolso.
Las compañías con financiación, deuda o costes en dólares aplaudirán la fortaleza de la moneda única. Si tuvieran que devolver hoy un préstamo de 100 millones de dólares, les bastaría con 67,6 millones de euros; a un cambio de 1,25 dólares, esa cifra crecería hasta los 80 millones de euros.
A la caza de empresas de EEUU.
El empuje de la divisa europea favorece que las empresas europeas puedan irse de compras por Estados Unidos y aprovechar así la ocasión para diversificar su mercado.
Turismo más asequible.
El give me two! -¡dame dos!-, famoso en los tiempos en los que la peseta se cambiaba a 100 unidades por dólar, se vuelve a llevar. El vigor del euro abarata tanto hacer turismo en EEUU como comprar productos cuyo precio esté en dólares. En Internet, por ejemplo, se puede encontrar el libro Ensayos sobre la Gran Depresión, de Ben Bernanke, por 24,19 dólares, que al cambio actual equivaldrían a 16,3 euros.
Exportaciones más caras.
La mayor desventaja para la zona euro consiste en que encarece los productos europeos en EEUU y los países con divisas vinculadas al dólar. Y eso, en un contexto en el que la recuperación todavía es demasiado incipiente en el conjunto de la region, supone una traba adicional. A un cambio de 1,25 dólares, un coche de 15.000 euros costaría 18.750 dólares; ahora, a 1,48 dólares, el precio asciende 22.200 dólares.
Más dolares, menos beneficios.
La ascensión de la moneda única tampoco favorece a aquellas empresas que generan parte de sus resultados en dólares. A la hora de repatriarlos, esa cantidad mermará cuando se haga el cambio a la divisa europea.
Menos confianza.
La fortaleza del euro suele erosionar la confianza de los empresarios, una consecuencia que perjudicaría a sus decisiones de inversión y empleo y, por tanto, también podría frenar la recuperación.
Tensión política
El cóctel de un euro fuerte y un proceso de subidas de los tipos puede alentar las tensiones entre los políticos europeos y el BCE en un contexto ya sensible por la crisis soberana.