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La crisis industrial catalana sigue destruyendo empleo en el inicio de 2011
En enero y febrero de este año, el departamento de Empresa y Empleo ha autorizado 544 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que han puesto la vida más difícil a 7.100 trabajadores.
De ellos, 4.176 quedaron afectados en enero y 2.923 en febrero por las diferentes modalidades de ERE (de reducción de jornada, suspensión o extinción de contrato), según los últimos datos de los que dispone la Generalitat y que hacen referencia a todos los sectores de la actividad económica.
Las cifras con las que trabajan los sindicatos son igualmente poco alentadoras, sobre todo las que se refieren a empresas grandes y multinacionales emblemáticas por su trayectoria en Cataluña en sectores como el del metal.
Según CCOO, en los tres primeros meses de 2011 se han presentado sólo en el metal 170 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que afectan a un total de 7.000 trabajadores, frente a los 240 planteados en el mismo periodo de 2010, que implicaban a 10.000 empleados.
Es decir, el número de empleos afectados por un ERE se reduce con respecto al primer trimestre del año pasado, pero se siguen destruyendo miles de puestos de trabajo.
Por sectores, 140 de los ERE de 2011 hacen referencia a empresas fabricantes de bienes de equipos y equipamientos (donde hay una mayoría de pequeñas y medianas empresas) y 35 al de la automoción, con casos tan conocidos como el de la multinacional nipona de motocicletas Yamaha, que pretende trasladar su producción de Palau-solità i Plegamans (Barcelona) a Francia.
Entre las empresas de bienes de equipo, se han perdido 400 empleos por expedientes de extinción del contrato y otros 1.900 están inmersos en un ERE de suspensión temporal; mientras que, en el motor, son 500 los puestos de trabajo que se han perdido y 1.200 los que están temporalmente suspendidos.
Estos números serían superiores si se contabilizan los ERE anunciados por grupos como Alstom, que prevé reducir 400 puestos de trabajo en su planta de Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona); y Derbi, el fabricante de motocicletas de la firma italiana Piaggio, que ha anunciado que trasladará la actividad de Martorelles (Barcelona) a Italia.
Las fuentes consultadas de los sindicatos advierten que las cifras que ellos manejan son parciales ya que muchas empresas, sobre todo las de dimensiones más pequeñas, escapan de su control, así como algunos sectores de la industria también importantes.
La pertinaz destrucción de empleo también se refleja en los datos referentes a la comarca barcelonesa del Vallès Oriental, con una importante actividad en el sector del metal, donde el número de trabajadores afectados por un ERE el pasado mes de marzo creció en un 55% con respecto a 2010, según datos recabados por UGT.
De hecho, dos de las empresas históricas y más emblemáticas de la comarca, Ficosa y Derbi, han comunicado traslados de producción o cierres en sus plantas en Mollet del Vallès, la primera, y Martorelles, la segunda.
El portavoz de la federación de industria de CCOO, Pere Culell, considera "escandalosos" tres de los últimos ERE anunciados, los de Yamaha, Derbi y Alstom, porque los han presentado multinacionales por cuestiones ajenas a la productividad de sus plantas en España, que, en algún caso, como el de Yahama, es "la más rentable" del grupo.
Otras empresas que atraviesan graves problemas son Cacaolat, controlada por Nueva Rumasa y que se encuentra en concurso de acreedores; el grupo de óptica Indo, que ha presentado en el juzgado solicitudes de extinción colectiva de empleo para varias de sus firmas; y Estampaciones Sabadell y Valeo, dedicadas a los componentes de automoción.
También hay casos más recientes, como la cadena de productos de electrónica PC-City, que cierra sus 34 tiendas en España, seis en Cataluña; y Bimbo, que despedirá a 600 trabajadores, la mayoría de los cuales tendrán que hacerse autónomos si quieren seguir operando con el grupo filial de la multinacional estadounidense Sara Lee.
En lo que va de año, las escasas noticias positivas que han llegado desde el sector de la industria han hecho referencia a un grupo con capital español como Inditex, que ha anunciado una inversión de 190 millones para ampliar su planta logística de Tordera (Barcelona) y a la automovilística Seat, que contratará a 700 personas más para producir el nuevo Audi Q3.