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RSC.- La OIT califica de "epidemia" los niveles de acoso laboral en algunos países donde ocasionan "enormes pérdidas"
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La violencia y el acoso en el trabajo aumentan en todo el mundo y en algunos países alcanzan niveles de "epidemia", según señala un nuevo Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que destaca prácticas como la intimidación, el hostigamiento sistemático, las amenazas por parte de compañeros o superiores psicológicamente inestables, el acoso sexual e incluso los homicidios.
El estudio, presentado hoy en el marco de la Reunión Anual de la OIT que se celebra hasta el viernes en Ginebra, advierte de que los costes de la violencia en el lugar de trabajo "son enormes" y pueden causar "pérdidas millonarias" traducidas en ausentismo y bajas médicas.
El fenómeno está presente especialmente en profesiones relacionadas con la enseñanza, los servicios sociales, los servicios de biblioteca y la atención sanitaria, que en el pasado parecían protegidas de los casos de violencia en el trabajo y que hoy presentan los niveles más altos de este fenómeno.
"La intimidación, el acoso, el hostigamiento y otras conductas similares pueden ser tan dañinos como la violencia física", defienden los autores del estudio. "La inestabilidad de muchos tipos de empleos, característica en estos tiempos, genera enormes presiones en el lugar de trabajo, y estas señales de violencia aparecen cada vez con más frecuencia", agregan.
Los autores también se refieren a la creciente preocupación por el terrorismo y lo consideran "una de las nuevas facetas de la violencia en el lugar de trabajo, que contribuye a la ya volátil situación generada por una mezcla de agresiones".
Un estudio realizado en 2000 entre los entonces 15 Estados miembros de la Unión Europea demostró que la intimidación y el acoso eran prácticas extendidas en la región. Una encuesta realizada en 2002 en Alemania estimó que más de 800.000 trabajadores eran víctimas de hostigamiento. En España se calculó que cerca de 22% de los funcionarios públicos eran víctimas del mismo tipo de acoso. En Francia, el número de acciones de agresión contra los trabajadores del transporte, incluyendo taxistas, subió de 3.000 en 2001 a 3.185 en 2002.
En Japón el número de casos presentados ante consejeros judiciales fue de 625.572 entre abril de 2002 y marzo de 2003. De estos, el 5,1% o cerca de 32.000, estuvieron relacionados con acoso e intimidación, mientras que de abril a septiembre de 2003, de las 51.444 consultas, el 9,6% estaban relacionadas con acoso e intimidación.
VICTIMAS: MUJERES, INMIGRANTES Y NIÑOS
Según el estudio, en los países en desarrollo las mujeres, los inmigrantes y los menores están entre los trabajadores más vulnerables. En Malasia se registraron 11.851 casos de violación y tocamientos entre 1997 y mayo de 2001. La práctica extendida del acoso y del abuso sexual son preocupantes para la OIT en países como Sudáfrica, Ucrania, Kuwait y Hong Kong.
Sin embargo, el Informe dice también que ha habido mejoras en los casos de Reino Unido, Gales y Estados Unidos. En Estados Unidos, donde el homicidio es la tercera causa de muerte en el trabajo, el número de asesinatos ha bajado en años recientes, y la tendencia es similar en el caso de agresiones sin consecuencias fatales.
La investigación agrega que las mujeres representan aproximadamente el 61% de los trabajadores víctimas de violencia, debido a su concentración en empleos considerados de alto riesgo de agresiones.
El coste de la violencia en el trabajo "es elevado, pero resulta difícil de calcular", apunta la OIT. En países como Australia, los costes estimados para los empleadores van de los 6.000 a los 13.000 millones de dólares (entre 4.700 y 10.200 millones de euros). En otras zonas, como en la Unión Europea, hay una importante relación entre ausencias por enfermedad y violencia en el trabajo.
La necesidad de abordar el problema de la violencia en el trabajo ha generado una serie de estrategias de prevención novedosas y efectivas. El estudio apunta a modo de ejemplo una serie de "prácticas exitosas" por parte de Gobiernos locales y nacionales, empresas y sindicatos en diversos lugares del mundo donde se llevan a cabo políticas de 'tolerancia cero' y programas de prevención.