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Grecia tendrá que reestructurar su deuda si no bajan los costes de financiación



    Más leña al fuego de las dudas sobre si Grecia podrá reembolsar sus deudas. Esta vez, el mensaje llega desde Goldman Sachs. El director de renta fija de la entidad, Andrew Wilson, ha afirmado que es poco probable que aquellos inversores que hayan comprado bonos de Grecia recuperen todo su dinero si no bajan los costes de financiación del país. El CEO de PIMCO da por asumida una reestructuración de deuda en algunos países de Europa.

    Hoy, la rentabilidad de los bonos griegos supera el 11% y la prima de riesgo se sitúa por encima de los 800 puntos básicos. "A menos que se registre un cambio espectacular en las tasas de interés, particularmente para un país como Grecia, creo que algún tipo de reestructuración es un hecho altamente probable", señala en una entrevista a Bloomberg.

    En opinión del experto de Goldman Sachs, o se produce una reducción de los costes de financiación "por el paso del tiempo y de la austeridad fiscal -los mercados no están siendo muy pacientes con esto- o habrá una intervención directa". "Eso es lo que estamos todos esperando: ¿traerá alguna solución el BCE?", plantea.

    La posibilidad de que Grecia acabe necesitando una reestructuración de su deuda ha vuelto a entrar en la agenda esta semana. La CNBC señalaba, citando a fuentes, que aunque "oficialmente, nadie está hablando, pero es un tema candente", y Reuters llegaba a afirmar que funcionarios del ministerio de Finanzas alemán ya estarían preparando un plan de emergencia ante un default heleno.

    La propia canciller germana, Angela Merkel, ha negado hoy esta información, pero no dejan de aparecer voces que apuntan a nuevos problemas de deuda soberana en la zona euro.

    Acabar con la incertidumbre

    En este punto, Wilson considera la incertidumbre en torno a la forma en que la UE va a gestionar el asunto es lo que "realmente está creando los problemas en estos momentos".

    "Parece que las autoridades están en un callejón sin salida", indica, mientras los inversores se preguntan si deben prestar su dinero a países como Portugal o España, añade. "Hay mucha preocupación con los periféricos, no sólo España, sino también Portugal o Irlanda. Están bajo una gran presión", concluye.