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Los administradores del Frob tienen un mes para decidir el futuro de CajaSur



    Madrid, 23 may (EFE).- Los nuevos administradores de CajaSur, designados ayer por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) después de que el Banco de España interviniera la entidad, tienen un mes de plazo para preparar el plan de viabilidad de la caja cordobesa, que determinará si se vende total o parcialmente, si se declara en quiebra o si se fusiona con otra entidad.

    Los tres administradores del Frob empezaron hoy su trabajo en la sede principal de la caja en la capital cordobesa, donde se ocuparán de dirigir, controlar y ejecutar la actividad diaria de la caja, nombrar el equipo de dirección que consideren oportuno para cumplir sus funciones y conceder y revocar poderes, incluidos los que estén vigentes en la actualidad.

    Los designados para esta tarea, en la que estarán asesorados por el banco de inversión Nomura, son José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo.

    Así, las 474 oficinas que CajaSur tiene principalmente en el sur de España abrirán mañana sus puertas por primera vez bajo la intervención del Banco de España.

    Además, los órganos de CajaSur recibirán mañana de manera oficial la comunicación de su desolución del Banco de España, después de que en la madrugada del viernes al sábado el organismo regulador decidiera intervenir la caja cordobesa por su negativa a fusionarse con la malagueña Unicaja.

    La entidad cordobesa, controlada hasta ahora por la Iglesia, decidió a última hora del viernes rechazar la fusión con Unicaja y pedir la ayuda del Frob por considerar que en el acuerdo no quedaba muy claro el futuro de los trabajadores, según las explicaciones ofrecidas ayer por la entidad.

    Tras la intervención, Unicaja se mostró "abierta" a cualquier solución "constructiva" para recuperar el proyecto de fusión, lo que hoy ha calificado de "salvajada" el sindicato mayoritario en CajaSur, Aspromonte, que considera que sería "la peor salida para los trabajadores", por lo que apuesta por la fusión con otra entidad.

    El goteo de reacciones de todo tipo ha continuado hoy, entre ellas la del vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, que ha asegurado que espera que la fusión frustrada de Cajasur con Unicaja no responda a un pacto para retirarle la tutela de la Junta como, según él, ocurrió cuando gobernó el PP.

    El PP también fue objeto de las críticas del consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, quien denunció la actitud del partido de la oposición ante el proyecto de fusión entre Unicaja y Cajasur e instó al presidente del PP-A, Javier Arenas, a que tenga "la valentía política de dar explicaciones a los andaluces".

    El ex vicepresidente tercero de Cajasur Juan Ojeda criticó, por su parte, a los patronos de la Iglesia, entre ellos el ex presidente de la caja Santiago Gómez Sierra, por seguir, casi 48 horas después, sin dar argumentos "razonables" que apoyen la intervención del Banco de España como la mejor opción.

    Ojeda, miembro del consejo de administración de Cajasur en representación de la Junta de Andalucía, defendió, en declaraciones a EFE, que el viernes por la tarde, el pacto laboral estaba "prácticamente ultimado", los acuerdos bilaterales estaban cerrados y el Consejo de Administración de Unicaja ya había aprobado el proyecto de fusión con Cajasur.

    Sin embargo, el ya ex presidente de CajaSur, el sacerdote Santiago Gómez Sierra, asegura que la decisión de la entidad cordobesa de acogerse al FROB y, por tanto, ser intervenida por el Banco de España, fue la "única opción responsable" en estas circunstancias, ya que la caja se iba "desangrando día a día".

    En una entrevista concedida al diario "Córdoba" y recogida por Efe, Gómez insiste en que "ni he deseado, ni estoy feliz con la decisión adoptada, pero sí puedo decir con firmeza, pese al respeto que me merecen todas las opiniones, que creo que ha sido la única opción responsable en esta circunstancias".

    A principios de año, y con pérdidas cercanas a los 600 millones de euros en 2009, los recursos propios de CajaSur se elevaban a 444 millones de euros, muy distantes de los 967 millones que le exige la ley, y su "ratio" de solvencia se situaba en el 3,6%, frente al 8% o exigido, mientras la morosidad rozaba el 8,5%, casi el doble de la media de las cajas.

    Estas serán las cifras que tendrá que sanear el nuevo equipo a partir de mañana, aunque la atención no estará sólo centrada en ellos, sino también en la apertura de los mercados, para comprobar cómo acogen la intervención de CajaSur, la segunda después de Caja Castilla-La Mancha (CCM).