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"La conclusión de Doha es posible, pero falta decisión política", dice Pascal Lamy
Para Lamy, "técnicamente todo está cocinado y madurado" para que la Ronda de Doha, el proceso de negociaciones para la apertura del comercio mundial que arrancó en la capital qatarí hace ocho años, concluya antes de fin de este año.
"El problema ahora es si los políticos estarán allí, y si los Gobiernos acuerdan que podrán poner en marcha sus medidas", afirmó el francés en un encuentro con varios medios de comunicación en el balneario uruguayo de Punta del Este, donde se encuentra participando en la XXXV reunión ministerial del Grupo de Cairns.
Esta organización reúne a los 19 países considerados como los más eficientes en la producción y exportación agrícola que presionan para liberalizar el comercio agrícola mundial.
Según el director de la OMC, los Gobiernos tendrán que superar la influencia de las políticas domésticas y presentar las propuestas de Doha a sus Parlamentos para que las aprueben, un escenario todavía "incierto".
Pese a todo, el responsable de la organización que regula las normas del comercio internacional afirmó que dentro de la OMC "hay mucha gente que trabaja" para culminar la Ronda de Doha antes del fin de 2010 y que ése es el mensaje que quiere transmitir.
Descartó además que se pueda negociar un acuerdo comercial que rebaje algunas de las medidas propuestas en Doha, puesto que se trata de una "estructura" equilibrada a la que, si se le quitan piezas, será difícil y "políticamente complicado" encontrar un nuevo balance.
Lamy señaló que el balance final en los acuerdos de Doha será que los países desarrollados puedan proteger sus mercados de una invasión sin que se quiebren los flujos comerciales normales.
"El problema es cómo negocias esto para que ambos lados se sientan confortables", dijo.
Según el político francés, antiguo responsable de comercio de la Unión Europea, para impulsar estos acuerdos a la OMC simplemente le resta "explicar" el valor de lo que está en juego y los beneficios que una mayor apertura comercial tendrá para la economía.
En su opinión, economías importantes como la de Estados Unidos ya son conscientes de estos beneficios, más aún en un contexto de crisis, ya que la liberalización a través de la Ronda de Doha "es una estrategia macroeconómica" viable.
"La economía no se recuperará por el consumo interno" ni por la inversión de dinero público, argumentó.
Lamy es una de las figuras de la reunión del Grupo de Cairns, que congrega desde el lunes a altos representantes de sus 19 países miembros, que controlan el 25 por ciento de las exportaciones agrarias mundiales.
El grupo de Cairns está formado por Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay.
Para esta reunión, que concluye hoy, también fueron invitados en calidad de observadores Ucrania y Vietnam, además de los responsables de Agricultura y Comercio de Estados Unidos, Japón, China, India, Egipto y México.