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Los concesionarios catalanes, en vilo por el agotamiento prematuro de ayudas
El anuncio de FITSA de que los fondos de la Generalitat, que cubren una cuarta parte del Plan 2000E, ya habían llegado al 70% de su total, ha provocado una crisis en el sector, que teme perder el dinero adelantado a los compradores.
La razón de este rápido agotamiento estaría en la inmensa acumulación de ventas realizadas entre enero y marzo, ante la próxima subida del IVA en julio y el fin de las ayudas directas a la compra de coches, que han provocado incrementos del orden del 40% en el número de coches vendidos en los últimos tres meses, con respecto al mismo período del año anterior.
La tardanza de la administración en poner en marcha el sistema para solicitar las ayudas hizo que los concesionarios optasen por adelantar al consumidor unos descuentos en la compra de vehículos que ahora no les serán reembolsados por completo, a menos que la Generalitat amplíe dichos fondos.
El presidente del Gremio de Vendedores de Vehículos a Motor (GVVM), Miquel Donnay, ha responsabilizado a la aministración catalana de una "falta de previsión" por haber lanzado la ayuda "sin la suficiente planificación", y ha dicho que la Generalitat se comprometió en su momento a cofinanciar el plan de ayuda al sector, por lo que "no se entiende la postura actual".
El gerente del concesionario Honda Ibertecno en Barcelona, Antonio Sanchís, ha explicado que las cantidades en juego son de "millones de euros" para los concesionarios catalanes, por lo que el retraso en las ayudas está teniendo consecuencias importantes en la liquidez del sector de venta de coches.
El gremio ha solicitado una reunión urgente con el Departamento de Industria a partir de la semana que viene para tratar de encontrar una solución, y ha alertado de la "situación crítica" de numerosos concesionarios que "tampoco pueden recurrir a las entidades financieras, dada la restricción de crédito derivada de la crisis económica".