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Bodas Sáenz y Rodríguez Inciarte cuestan a Santander 21 millones en pensiones
Virginia Zafra
Madrid, 20 abr (EFECOM).- Al Banco Santander le han salido caras las bodas de sus vicepresidentes Alfredo Sáenz y Matías Rodríguez Inciarte, pues ha tenido que aumentar en 20,9 millones de euros los compromisos de jubilación de ambos para dar a sus esposas el derecho a cobrar la mitad de la pensión de sus maridos si quedan viudas.
Así lo explica la Memoria de la entidad de 2006, en la que se especifica que Alfredo Sáenz tenía acumulado a final del ejercicio unos compromisos por pensiones y seguros de 63,7 millones de euros, 10,33 millones más que el año anterior.
Según su contrato, cuando se jubile tendrá derecho a cobrar una pensión vitalicia de 3,657 millones de euros al año, aunque también tiene la posibilidad de percibir 27,2 millones de una vez y renunciar al resto de su plan de pensiones.
Al igual que ocurre con los demás trabajadores de la entidad, la esposa de Sáenz tendría derecho a percibir todos los años la mitad de la pensión en caso de que éste falleciera, razón por la cual el banco tuvo que rehacer sus cálculos cuando se casaron a finales del verano pasado y dotar 10 millones más a ese fondo.
Matías Rodríguez Inciarte tenía, por su parte, acumulados a final del año pasado 43,51 millones de euros en compromisos para la jubilación, 10,56 millones más que un año antes debido también a su boda en 2006.
Con ese fondo, si se jubilara en estos momentos percibiría una pensión anual de 1,92 millones de euros, en tanto que su esposa cobraría 960.000 euros al año si quedara viuda.
El plan de pensiones del presidente del grupo, Emilio Botín, también registró en 2006 un aumento sustancial -creció en 9,283 millones, hasta 21,07 millones-, debido a que la entidad ha igualado sus condiciones con las del resto de ejecutivos.
De esta manera, la pensión anual de Botín corresponderá al último salario anual fijo que cobre antes de jubilarse más el 30 por ciento de la media de las remuneraciones variables de los tres años anteriores. Si dejara la entidad en estos momentos, cobraría 1,53 millones de euros al año.
El máximo responsable de la entidad en Iberoamérica, Francisco Luzón, tiene acumulados unos derechos de pensiones de 45,76 millones de euros -190.000 euros más que el año anterior-, que le dan el derecho a cobrar una pensión anual de 1,97 millones de euros.
Por su parte, la presidente de Banesto, Ana Patricia Botín, tiene acumulados unos derechos de 16,45 millones de euros. Si dejara ahora la entidad recibiría una indemnización de 4,12 millones de euros, aunque ese cobro le impediría acceder a su plan de pensiones. EFECOM
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