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Japón revisa a la baja su PIB pero confía en seguir su senda de recuperación



    Tokio, 11 mar (EFE).- Japón revisó hoy a la baja el crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) entre octubre y diciembre hasta el 3,8 por ciento, a ritmo interanual, ocho décimas menos de lo anunciado inicialmente, lo que no ha frenado sus expectativas de recuperación económica.

    Pese a la revisión, el país asiático mantiene aún el puesto de segunda economía mundial que ocupa desde hace 40 años, aunque todo apunta a que el crecimiento galopante de China lo desbancará al tercer lugar este mismo año.

    Respecto al trimestre precedente, entre octubre y diciembre la economía nipona creció un 0,9 por ciento, frente al 1,1 por ciento que el Gobierno había anunciado de modo preliminar.

    En el año 2009, en plena crisis global, el PIB japonés sufrió una caída del 5,2 por ciento respecto al año precedente, según los datos definitivos, lo que supone un retroceso dos décimas mayor de lo divulgado inicialmente.

    Detrás del recorte del PIB a final del año pasado está la cautela de las empresas privadas que, todavía con el recuerdo de la reciente recesión, se mantienen reticentes a la hora de invertir y de realizar gastos en maquinaria y otro equipamiento.

    También los inventarios privados pesaron de forma negativa en la revisión del PIB, informó Keisuke Tsumura, secretario parlamentario del Gabinete.

    El Gobierno insistió, no obstante, en que los pilares de la recuperación se mantienen estables: las exportaciones crecieron un 5 por ciento entre octubre y diciembre, tal y como se había anunciado, y la demanda interna avanzó un 0,7 por ciento al calor de los planes de estímulo.

    Reavivar el consumo doméstico -que representa cerca del 60 por ciento de la economía nipona- es uno de las prioridades del Ejecutivo del primer ministro Yukio Hatoyama, que en diciembre aprobó para ello un plan de 7,2 billones de yenes (unos 58.400 millones de euros).

    Sin embargo, los expertos han advertido de que el crecimiento de la demanda interna podría detenerse cuando se disuelvan las medidas de estímulo, aunque el Gobierno confía en que los efectos de unas exportaciones sostenidas se reflejen en el gasto de los hogares.

    Las ventas al exterior se han visto respaldadas por la recuperación en el resto de los países asiáticos y sobre todo por China, el nuevo gran mercado para las grandes empresas de Japón, especialmente las de sectores como el de la automoción.

    Según las previsiones, Honda y Nissan, el segundo y tercer fabricante de automóviles de Japón, obtendrán más del 40 por ciento de sus ingresos operativos en el mercado chino al final del actual año fiscal, que finaliza en marzo.

    El primer fabricante, Toyota, tiene por su parte en China su segundo mercado exterior por detrás de EEUU, y espera un incremento de sus ventas de cerca del 20 por ciento interanual en este país para este ejercicio fiscal.

    El anuncio de revisión a la baja del PIB estuvo acompañado de un mensaje positivo por parte del Gabinete japonés, que el próximo lunes planea emitir su primer dictamen positivo en ocho meses sobre el reflote de la economía, según adelantó la agencia Kyodo.

    Japón salió de su peor depresión tras la II Guerra Mundial en el segundo trimestre del año pasado, primero del año fiscal nipón -que empieza en abril-, con un crecimiento del 2,3 por ciento que siguió a una fuerte contracción del 11,9 por ciento en el trimestre precedente.

    Aunque en la senda de la recuperación, el problema más acuciante de la economía nipona es ahora su persistente deflación, instalada desde hace once meses y que podría prolongarse incluso tres años, según las estimaciones del Banco de Japón (BOJ).

    La próxima semana, el BOJ se reunirá para decidir sobre los tipos de interés, actualmente en el 0,1 por ciento y que previsiblemente no se moverán, aunque la prensa nipona baraja nuevas medidas monetarias para frenar la preocupante caída de los precios.