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Las actas de la Fed revelan cuál es la verdadera cara de Bernanke: la mala
El consenso del mercado lo interpretó como un cambio de sesgo y como el anuncio de que la era de las bajadas de tipos iba a comenzar. Algunos hasta rebautizaron el viejo ‘Greenspan put’ - es decir, del colchón que supone saber que la Fed va a acudir al rescate si las cosas se ponen feas- como el ‘Bernanke put’. Y Wall Street se vino definitivamente arriba después de la dura corrección de finales de febrero y principios de marzo.
Sin embargo, unos días más tarde (el 28 de marzo) Ben Bernanke compareció ante el Congreso y enfrió notablemente los ánimos. En vez de ratificar ese cambio de sesgo, insistió en la resistencia a la baja de la inflación y alejó las esperanzas de unos recortes de tipos inmediatos; hasta dijo literalmente que se van a mantener en el 5,25% durante 'algún tiempo'. Wall Street reaccionó con una recaída y se sumió en la más absoluta incertidumbre.
El inicio de abril trajo una vuelta a las subidas a pesar de que los datos económicos siguen siendo muy contradictorios. Y ayer, las actas de la Fed volvieron a desatar las caídas, porque desvelaron cuál es la verdadera cara de Bernanke: la mala. Es decir, confirmaron la comparecencia de su presidente en el Congreso, y que la euforia posterior a su última reunión fue exagerada: ni mucho menos estamos en la antesala de una bajada de tipos.
Concretamente, las actas dicen que el cambio del comunicado pretendía únicamente otorgar más flexibilidad al banco central, que se encuentra en un escenario muy complicado: un debilitamiento claro de los datos de actividad mientras que la inflación sigue muy por encima de la zona de comfort.
Con la nueva redacción, la Fed se deja la puerta abierta a cualquier escenario: mantener los tipos en el 5,25% durante mucho tiempo, subirlos si la inflación se desmadra o bajarlos si el crecimiento se debilita de forma alarmante. Las actas aseguran que 'pueden ser necesarias mayores alzas de tipos para hacer bajar la inflación, pero, a la luz de la creciente incertidumbre tanto sobre el crecimiento como sobre la inflación', el FOMC también acordó que el comunicado no debería citar solamente la posibilidad de nuevas subidas de tipos. Es decir, de cambio de sesgo, nada de nada.