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RSC.- Tribuna de Expertos: Ana Agüero, Directora de la revista 'Compromiso Empresarial'
"¿Dónde está la responsabilidad social de los medios de comunicación?"
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha decidido quedarse entre nosotros. Y parece que ha irrumpido con tanta fuerza ya que cada vez son más numerosas las organizaciones que se suman a la puesta en práctica de políticas de acción social, y del mismo modo se incrementa el apoyo desde las instituciones, tratando de dar ventajas fiscales, por ejemplo.
Pero lo que ocurre con los fenómenos que irrumpen de repente y rápidamente alcanzan una alta notoriedad es que pueden generar desconcierto, se requieren actuaciones pero no se dan las bases para llevarlas a cabo, todo sucede con demasiada prisa. De ahí que no sea extraño encontrar algunos gestores que andan con enormes presupuestos destinados a llevar a cabo iniciativas sociales sin saber muy bien el modo de orientarlas o de incardinarlas en la estrategia global de su empresa.
Algunos directivos piensan que el caso es hacer cosas, emprender iniciativas, no vaya a ser que nos pregunten y tengamos que dejar la casilla en blanco. Y es que existe cierto temor a decir que una empresa, por pequeña que sea, no tiene iniciativas sociales para contar. Ha ido calando la idea de que aquél que no realiza acciones de carácter social no merece el calificativo de responsable, y por tanto es un irresponsable.
Se comete una gran injusticia al tachar de irresponsable o mal ciudadana a la empresa que no realiza algún tipo de acción social, y en esto tienen parte de responsabilidad los medios de comunicación. No se trata de caer aquí en el mismo error y calificar en función de responsables o de irresponsables a los distintos medios de comunicación. Pero sí parece oportuno llamar la atención de aquellos que consideran que la responsabilidad social es tan sólo un área potentísima para destapar noticias sobre los incumplimientos y la falta de compromiso de algunas compañías.
Es cierto que, si se diera el caso, es noticia que una empresa no cumple sus compromisos. Ahora bien, también es noticia el enorme esfuerzo que muchas compañías están dedicando a la acción social y del mismo modo son noticia las razones que llevan a estas empresas a involucrarse más en las comunidades en las que operan. Son muchas las personas que están aportando sus horas de trabajo, sus recursos y sus ilusiones para que finalmente todo quede reducido a si cumplen o no los compromisos que, no nos olvidemos, han adquirido voluntariamente.
Todo apunta a que estaremos hablando de RSC durante mucho tiempo, por ello conviene llamar a la seriedad a algunos medios y no tratar el tema con oportunismo. Quizá muchas de las veces hace falta que los profesionales de la información vean desde dentro cómo son los proyectos, quiénes los llevan a cabo y por qué, en lugar de quedarse cómodamente sentados en el banquillo mientras los demás juegan. Así la crítica es fácil, simplona y carece de valor.
Se necesita más especialización. Nadie pone en duda que los periodistas deportivos conocen al dedillo el campo en el que se mueven y ello repercute en la calidad de la información que emiten. Afortunadamente, en nuestro país comienzan a aparecer publicaciones especializadas y algunos profesionales están dedicando sus esfuerzos a conocer mejor este ámbito que cada vez acapara más páginas de la prensa económica.
Pero esta llamada a la responsabilidad no pretende únicamente hacer hincapié sobre el a veces inmerecido trato a estas iniciativas. Conviene recordar que son muchas las personas que reciben un beneficio más allá del ámbito empresarial, y que estas comunidades necesitadas se ven directamente afectadas por cómo se trate en un medio de comunicación una noticia de RSC. En ocasiones, una crítica destructiva puede tener consecuencias exponenciales y provocar que una compañía retire su actividad de una zona con grandes necesidades donde la población se estaba beneficiando de sus iniciativas de acción social. O también, ese miedo a ser tachada de irresponsable hace que muchas de las acciones no lleguen a realizarse por el temor a no saber cómo llevarlas a cabo y recibir la consecuente amonestación periodística.
Con las personas no se juega, y mucho menos con las necesidades de comunidades enteras. Por eso, esa persecución de compañías a la que algunos medios se ven tentados sí podría tacharse de irresponsable.
Ana Agüero.
Directora de la revista 'Compromiso Empresarial'.