Bolsa, mercados y cotizaciones
Las plataformas reguladas piden al G20 que prohíba las "piscinas oscuras"
El G20 tiene una lista interminable de peticiones que atender, pero ahora que las palabras transparencia e información lo dominan todo, la carta de la World Federation of Exchanges (WFE), que engloba a 51 plataformas de negociación reguladas, destaca. Los representantes de esta Federación piden a los líderes políticos que luchen contra las plataformas no reguladas, por los efectos negativos que tienen sobre el conjunto de los mercados cotizados.
Transparencia de precios, no favorecer ni al comprador ni al vendedor, acceso abierto a todos los partícipes, revelación oportuna de información corporativa, vigilancia de las prácticas de mercado y ejecución clara de las órdenes de compra-venta. Estas son algunas de las características de los mercados regulados que ellos mismos denuncian que no se dan en los llamados Sistemas Alternativos de Trading (ATS, por sus siglas en inglés).
Estos mercados o plataformas de negociación, llamados también dark pools (piscinas oscuras), son "como una especie de eBay financiero", explica Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. Es decir, un punto de encuentro entre compradores y vendedores en el que el mercado no asume ningún riesgo; no da contraparte ni exige garantías, como hace por ejemplo BME. Por si fuera poco, no son mercados democráticos, ya que no todos los partícipes tienen la misma información.
"Debido al riesgo sistémico que ha atenazado el sistema financiero global, el funcionamiento de los mercados cotizados no ha sido una prioridad para las autoridades. Pero ahora es momento de examinar una problemática especialmente delicada: la ausencia de un terreno de juego claro para los operadores regulados y otras entidades que realizan las mismas o similares funciones", señala la WFE en la carta remitida a los mandatarios del G20.
Mala 'praxis'
La Federación denuncia que la introducción de plataformas alternativas de ejecución de órdenes han llevado en muchos casos a la internacionalización de una serie de prácticas que limitan la visibilidad de las demandas de compra y venta, dificultando la habilidad de los inversores de responder a ellas y diluyendo el proceso de establecimiento de precios.
Además, "también reducen la habilidad tanto de partícipes como de reguladores de tener una visión de conjunto de lo que está sucediendo en el mercado, lo que puede dificultar una vigilancia adecuada del cumplimiento de las reglas del juego del parqué", explica William Brodsky, presidente de la WFE.
Regulación o eliminación de los ATS
Una de las principales peticiones de la Federación es que se busque una solución para luchar contra los efectos nocivos de las dark pools.
Después de que la SEC prohibiera las operaciones flash (órdenes de compra-venta tan rápidas que sólo pueden ser captadas por un puñado de brokers con acceso a los sistemas tecnológicos más punteros), ahora les toca el turno a estos sistemas de trading, que permiten a los partícipes realizar transacciones en bloque sin comunicar las órdenes hasta mucho tiempo después de haber ejecutado la operación, o incluso no hacerlas públicas jamás.
Por ello, una de las principales advertencias de la WFE es que "la gran opacidad que tienen estas plataformas en determinados países dificulta el establecimiento de un precio real y tiene efectos negativos en los mercados, como el aumento de volatilidad".
Así, estas plataformas, que están en muchos casos gestionadas por los propios bancos de inversión (como Sigma X, de Goldman Sachs), no son democráticas, en el sentido de que no todos los inversores tienen acceso a la misma información o a las mismas ofertas. Además de tener derecho de veto sobre quién puede o no acceder al sistema, permiten un equivalente a las operaciones flash: las IOI, u órdenes de compra o de venta que sólo llegan a conocer unos pocos partícipes