Bolsa, mercados y cotizaciones
Pocoyó abre camino a empresas que buscan crédito para crecer
Zinkia ha logrado siete millones de euros con su salida a bolsa. En plena contracción del crédito, debutar en el Mercado Alternativo se convierte en la vía de financiación más asequible.
Pocoyó ha obrado un milagro. Sólo así se explica que, sin dejar de ser un niño, ya haya alcanzado la madurez suficiente como para dar el salto al parqué. Lo ha hecho esta semana. El miércoles, para ser concretos. Es más, su estreno ha sido doble: no sólo ha empezado a cotizar, sino que también ha inaugurado un segmento, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), que hasta ahora estaba deshabitado.
Zinkia, que es como se llama la empresa de animación creadora del dibujo, ha estrenado así una plataforma de negociación que constituye un cauce adicional en el que las pequeñas y medianas empresas (pymes) pueden encontrar financiación en los momentos actuales. ¿Quiere seguir los pasos de Pocoyó? Conozca las claves que le permitirán hacerlo.
1.- ¿Qué puede aportar a una empresa salir a bolsa en un momento tan incierto como el actual?
En plena restricción del crédito, la salida al mercado puede ser el camino idóneo para que las pymes sigan con sus planes de negocio y consigan la financiación que ahora les deniegan los bancos. Mediante la bolsa, las compañías pueden captar fondos por dos vías: vendiendo los títulos que ya poseen de su sociedad o realizando una ampliación de capital. Con su debut en el MAB, Pocoyó ha logrado siete millones de euros, el 14,9 por ciento del valor de su empresa, una cuantía que si se acude a un banco podría tener un coste elevado, en el caso de que se lo hubiesen concedido. Otra de las ventajas que tiene estar cotizando es que aporta mayor disciplina a la compañía, ya que la información es pública y se conoce abiertamente cuánto vale la sociedad. Los mercados permiten que las empresas sean más transparentes con sus accionistas.
2.- ¿Qué requisitos tiene que cumplir la sociedad para poder plantearse esta opción?
Las empresas que quieran saltar al Mercado Alternativo deben ser sociedades anónimas, no limitadas, con las acciones desembolsadas y anotadas en cuenta. Es decir, tiene que contar con un capital mínimo de 60.101 euros. Da igual si es española o extranjera, pero sí tienen que tener las cuentas ajustadas a las normas internacionales de información financiera. Uno de los requisitos es que el capital mínimo que se saque al mercado supere los 2 millones de euros. En el caso de que la sociedad tenga menos de dos años de vida, deberá presentar previsiones de sus cuentas y los directivos no podrán vender sus títulos en el año siguiente a la incorporación al MAB.
3.- ¿Qué costes tiene para una pyme debutar en un mercado como éste?
Por incorporarse a este mercado, la empresa deberá pagar una tarifa fija de 6.000 euros más un 0,5 por mil sobre el capital admitido. Es decir, si cotizan 40 millones de euros, la sociedad tendría que darle a Bolsas y Mercados un cheque de 2.000 euros adicional a los 6.000 comentados. Además, por los servicios de mantenimiento, tendría que abonar 6.000 euros al año. Durante el proceso de colocación, José María Castillejo, presidente de Zinkia, aseguró que el debut le iba a costar el 8 por ciento del capital conseguido. Y es que a los costes de una colocación en el parqué hay que añadir el trabajo de los auditores y bancos de inversión, que serán los que colaboren en esta operación los meses previos al estreno.
4.- ¿Debutar en un mercado así tiene una elevada exigencia informativa?
La información exigible a las empresas del Mercado Alternativo es inferior al de resto de parqués oficiales. Tendrán que comunicar las cuentas semestrales -no es necesario hacer públicas las trimestrales- y los resultados anuales deberán de estar auditados. También deberá hacerse pública cualquier participación en el capital que supere el 10 por ciento y cualquier hecho que sea relevante para el devenir del negocio de la empresa.
5.- ¿Qué pasos debe seguir si al final se decide a cotizar en el Mercado Alternativo?
Si finalmente una empresa decide cotizar en el parqué español, es necesario que el consejo de la compañía apruebe tal decisión y se prepare -algunas deberán pasar a ser sociedades anónimas-. Después, hay que elaborar la documentación necesaria y presentarla ante el MAB, que será el que evaluará la solicitud y acordará la incorporación o no de la empresa al mercado. Hay que elaborar dos documentos: uno informativo registrado en el MAB y un folleto registrado en la CNMV, que no será necesario presentar si la oferta va dirigida exclusivamente a inversores cualificados (más de 50.000 euros), como ha sido el caso de Pocoyó. El organismo será el encargado de publicar la incorporación en el boletín de cotización, asignar un código para cotizar e incluirla en el registro.
6.- ¿Quién puede ayudar a realizar todo este trabajo previo de la colocación?
Uno de los requisitos obligatorios para cotizar en este tipo de mercados es contratar a un asesor registrado. Esta figura, novedosa en el parqué español, es la encargada de ayudar a las empresas a cumplir los criterios de información, ya que se trata de personas jurídicas con experiencia acre- ditada en asesoramiento de compañías, en particular con relación al mercado de valores. Sus funciones principales son, entre otras, comprobar y asistir a la empresa en el cumplimiento de los requisitos de incorporación y revisar la información. Tras la salida, deben estar disponibles ante el MAB para atender sus preguntas sobre el emisor, su actividad y cumplimiento. Ahora hay 21 firmas que cumplen esta función: Abante, ACA, Ambers, AFI, Arcano Corporate, Armabex, Audihispana, BNP Paribas, Broseta, Confivendis, DCM Asesores, Deloitte, GVC Gaesco Valores, Impulsa Capital, Nordkapp, Novamab, One to One, Price Waterhouse, Renta 4, Riva y García y Solventis Gestión.
7.- Al ser una empresa pequeña, ¿cómo se garantiza la liquidez de la cotización?
Las compañías contarán con un proveedor de liquidez que les ayude a buscar la contrapartida necesaria para que la formación del precio de sus acciones sea lo más eficiente posible. No obstante, es necesario resaltar que las empresas que coticen en el Mercado Alternativo, por su tamaño, tienen unas características en cuanto a liquidez y riesgo diferentes a las cotizadas en el mercado bursátil. En los primeros días de negociación de Pocoyó, ésta se ha colocado entre las 50 empresas que más volumen ha intercambiado en el mercado español.
8.- ¿Qué diferencias hay entre cotizar en el MAB y en un mercado tradicional?
Aunque se pueden comprar y vender títulos durante toda la sesión, las acciones marcarán precios tan sólo dos veces en la sesión: a las doce y a las cuatro de la tarde. Esta modalidad se conoce como fixing. No obstante, existe la posibilidad de cotizar en mercado abierto en función de la liquidez y la difusión que tenga la sociedad en la sesión. Según estos requisitos, en el MAB podría participar un universo potencial de 5.300 empresas, que representan el 99 por ciento del tejido empresarial, tienen el 79 por ciento de la fuerza laboral y aportan el 65 por ciento del PIB.
9.- ¿Son todo ventajas o tiene algún inconveniente salir a cotizar?
A parte de los costes y riesgos implícitos en el mercado, la compañía puede ser objeto de una oferta de compra y deja las puertas abierta a inversores "incómodos". Pero, además, existen obligaciones de carácter administrativo que implican elevados costes directos e indirectos. Otros expertos aseguran que la utilidad de este mercado puede ser un poco limitado, debido a que, a diferencia de sus homólogos -el francés Alternext y el británico AIM-, el MAB no contempla, por el momento, ventajas fiscales para inversores y empresas. Otra de las dudas es la liquidez, ya que aún no se cuenta con inversores especializados en este tipo de empresas, ya que prefieren los grandes valores con una trayectoria empresarial más madura y conocida.