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Los países latinoamericanos confían en poder resistir a la crisis económica



    Madrid, 29 ene (EFE).- Varios países de América Latina presentaron hoy sus ofertas en la XXIX Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR), en un momento en el que la crisis económica hace presagiar un estancamiento del sector que, sin embargo, confían en resistir.

    En un año marcado por la mala coyuntura económica, FITUR 2009 abrió ayer sus puertas en Madrid y, una edición más, reunió las mejores ofertas turísticas de los países iberoamericanos, con la naturaleza, los viajes de aventura, la gastronomía y la historia como principales atracciones para sus visitantes.

    Pese a que la crisis económica está presente en la feria, los países latinoamericanos todavía no han notado sus efectos y creen que están mejor preparados para afrontarla.

    Bolivia se presentó en FITUR con la recién aprobada Constitución y con el objetivo de dar a conocer una nueva imagen que quiere hacer valer la plurinacionalidad como base del turismo y siendo el "crisol y la síntesis de América" al contar con las regiones de la Amazonía, de los Andes y de los bosques secos del Chaco.

    El viceministro de Turismo boliviano, Ricardo Cox, explicó que el Gobierno de Evo Morales trabaja en proyectar "la nueva Bolivia plurinacional y descentralizada" y destacó que se ha conseguido por primera vez dar "visibilidad" al país andino en el mundo.

    Cox no cree que la crisis económica mundial afecte al país ya que éste tiene un "importante colchón financiero" al contar con 8.000 millones de dólares de reservas internacionales.

    "Aunque el precio del petróleo está bajando, este año no se prevé una crisis financiera económica muy fuerte", dijo, y añadió que de cara al próximo año se están tomando las precauciones oportunas para que no impacte. "Esta crisis la podemos bandear", garantizó.

    El denominado turismo indígena comunitario sigue siendo una de las apuestas de Bolivia con el objetivo de impulsar así el turismo interno, contenido en el Plan Nacional de Desarrollo.

    Uruguay por su parte propone a los turistas, junto a la tradicional oferta de sol y playa concentrada en Punta del Este, recorridos que van desde el turismo termal, ecológico, cultural, rural, de negocios y náutico-fluvial hasta la pesca y la vinicultura, todo ello con un reclamo principal: vender calidad de vida.

    "No es sólo vender turismo, sino también calidad de vida y esto no tiene precio", explicaron la viceministra de Turismo del Uruguay, Liliám Kechichian, y el asesor ministerial Benjamín Liberoff.

    Este país se presentó en Madrid habiendo cerrado el año pasado con dos millones de turistas y unos ingresos que se han duplicado con respecto a hace cuatro años, y con la seguridad de que están "muy preparados" y con "mucha fuerza" para hacer frente a la difícil coyuntura económica.

    Pese a la crisis, Uruguay tiene "cifras alentadoras" en el sector y de hecho ha convertido el turismo en la segunda actividad del país después del agroexportador.

    Con el objetivo de buscar "más que cantidad, cualidad" y seguir así aumentando los ingresos, también vende a los visitantes sus tradiciones culturales, como el mate, el carnaval, la arquitectura, una importante oferta de Art Decó y los tangos.

    El tango es otra gran propuesta de Argentina, que hoy también dio a conocer sus principales reclamos turísticos y que tiene en Buenos Aires, en su actividad gastronómica y cultural y en sus tintes de rasgos europeos y latinoamericanos la "puerta de entrada al turismo argentino".

    A esto, el ministro argentino de Turismo, Carlos Enrique Meyer, sumó, en declaraciones a Efe, la Patagonia y sus imponentes paisajes, las cataratas y las rutas del vino con eje en Mendoza.

    También Argentina se encuentra preparada ante la crisis y llevando a cabo campañas en distintos países para fomentar el turismo, que de momento no se ha resentido por la crisis.

    No obstante, el Gobierno argentino ha tomado ya medidas para que la situación económica no impacte en el país entre abril y octubre de este año que, según todas las previsiones, serán los "meses más difíciles", según Meyer.