La semana pasada estuvo marcada por la amenaza de una guerra comercial. El mercado se centró en los fabricantes de automóviles, sobre todo tras el profit warning de Daimler en el que redujo sus expectativas de beneficios y que arrojó dudas sobre todo el sector. Esta situación provocó caídas generalizadas en la renta variable durante la semana, afectando principalmente a las plazas con más exposición al sector, París y Frankfurt. No obstante, los temores a que la situación empeore provocaron que el resto de bolsas europeas tampoco tuviera un buen desempeño, aun cuando su exposición al sector automovilístico es menor.