La inflación de la eurozona sigue estancada. El nivel de precios de la región en diciembre permanecía en el 1,4 por ciento. Pero no es el indicador general el que más quebraderos de cabeza genera, si no el subyacente, que elimina del cálculo los componentes más volátiles. Éste arrojó un nivel del 0,9 por ciento por cuarto mes consecutivo. Alemania se encuentra en la misma situación, pues el 1,6 por ciento es recurrente. Así, para ver un salto en los precios podríamos tener que esperar a un movimiento de política monetaria o a un aumento de las presiones salariales, complicado con una tasa de paro del 8,7 por ciento.